viernes, 28 de septiembre de 2007

LA METÁFORA

la metáfara… todos lo sabemos… no existe.
Es la farsa literaria convertida en buen gusto
Es el ego emancipado
La treta sinverguenza
La niña desnuda que oculta su pesar en una esquina oscura

La metáfora...
queridos cómplices
... es el cuento del tío.

REVOLUTION

Los Beatles y la agresividad. Rock and roll con sangre y metal en Revolution. Todos queremos ver la revolución y también nos encantaría conocer el plan.

Revolución es más que una palabra en los discursos. Revolución es mucho más que una transformación histórica. Revolución, queridos amigos, es la sentencia máxima. Sentencia entendida como máxima o axioma. Revolución es el fin de las instituciones y los estatutos. El fin del status quo y la instauración de un status revolucionario constante.
La verdadera revolución aún no está planteada. Lo que ahora vivimos, estimados cómplices de la coyuntura, es un cambio de bases poco trascendentales. Quiero ver planteamientos que desafíen la existencia misma del Estado. Quiero ver planteamientos que contradigan a la actual configuración/reconocimiento/elección de las figuras y actores de poder… autoridades.

La revolución es la destrucción de la política y sus sistemas entretejidos a nivel global. El fin de las actuales estructuras educativas, el fin de los sistemas ya corroídos por las manos humanas.
La revolución es la verdadera destrucción de la sociedad como la conocemos.

miércoles, 13 de junio de 2007

A pesar de todo lo que deseo pensar, de todo lo que deseo creer

La bondad no está dentro de la naturaleza del ser humano. La bondad es algo que se debe practicar. Es muy difícil de alcanzar y fácil de perder. La bondad no es parte de la naturaleza humana porque el ser humano no es bondadoso por naturaleza.

El humano es mezquino, orgulloso, rencoroso, vengativo, egoísta. El humano no es dadivoso, humilde, amoroso, magnánimo y pluralista. Por eso una persona que reúna estas cualidades resalta entre las demás.

Por supuesto que estoy solo. Así me siento… solo. Me refiero a la soledad del desamor… a no tenerlo más. Perdí aquello que me daba razones para respirar. Lo perdí y ahora trato de encontrarme a mí mismo. La vida es una pérdida tras otra. La vida es una recolección de heridas que no sanan.

¿Creés en el karma? Si existe entonces no es justo lo que me sucede. ¿Qué hice mal?, me pregunto tantas veces. No hay respuestas. No hay razones. Sólo dolor y una desazón que sólo yo conozco.

martes, 12 de junio de 2007

ABASTO DESDE DENTRO

(Hacer click sobre la imagen para agrandarla)


10 mil personas hacen andar al Abasto cada día

Labores. No hay descanso. Las 24 horas del día se ve el movimiento

José Andrés Sánchez
La virgen de Urkupiña lo observa todo desde la esquina del bloque 'E'. Ella es testigo de que en el mercado Abasto no hay descanso. Durante todo el día y a cada minuto alguien se acerca a la imagen y con un corto rezo hace entrega de su jornada laboral a la virgen, iluminada por tres focos de 60 watts. Comisarios, cargadores, carretilleros, comerciantes, dirigentes de asociaciones, vendedores, revendedores, barrenderos y encargados de seguridad. Al mediodía, a la medianoche o en la madrugada. Miles desfilan frente a la figura ubicada debajo del gran tinglado del mercado, al lado de las gradas para subir a los baños y a las oficinas de la comisaría.

"Este mercado es un mundo". Así lo describe Juan Carlos Rodríguez, presidente de la Cooperativa 2 de Junio, la institución creada en 1990 y propietaria de ese Abasto. Para que se entienda: en realidad hay tres mercados Abasto. Uno es el 2 de Junio, privado y manejado por una cooperativa. El que está al lado es el mercado Campesino o Municipal, que es administrado por 15 asociaciones poco abiertas al diálogo y conflictivas. Por último está el mercado Abasto Sur, propiedad del Banco Económico. Estas tres entidades conforman una máquina de abastecimiento que no se detiene, salvo en la jornada mensual de limpieza general.

A las 03:00 del lunes 28 de mayo, los hermanos Florencio y Candelaria Macías esperan la llegada del camión con yuca, procedente de El Torno. Hace 25 años que su jornada laboral se inicia día a día de esta manera. El camión se parquea frente al estacionamiento del mercado campesino y los Macías, junto a una veintena de vendedores, se acercan al conductor para negociar los precios del producto. Hay dos maneras de hacer 'negocios' en el mercado. Por un lado, algunos revendedores trabajan exclusivamente con los productores y así se reservan con anticipación la llegada del producto. Otros revendedores esperan la llegada de los camiones para 'regatear' los precios.

Mientras esto sucede, los 'estibadores' comienzan la descarga de las bolsas, una a una, y las apilan frente al automóvil.

Juan Ibore es cargador desde hace 38 años. Hasta la semana pasada estuvo en cama, pero ahora que se siente mejor retorna al trabajo, que le paga Bs 0,50 por bolsa cargada. "Creo que estaba resfriado, además que 'arrojaba' sangre cuando tosía", dice.

Sólo en el mercado campesino hay más de siete asociaciones de carretilleros y cargadores. Cuatro de ellas (4 de Junio, Asoproca y 25 de Mayo) reúnen a más de 4 mil afiliados.

Una vez culminan los negocios en el parqueo, los cargadores llevan las bolsas hasta las balanzas, dentro del mercado. Allí se anotan los pesos para que luego los carretilleros lleven el producto hasta la venta. A esa hora, los carretilleros se mueven como hormigas y gritan 'permiso' para apartar a la gente del camino.

A la misma hora, pero en otro lado del mercado, se inician las 'subastas' de verduras y cebollas. Los personajes centrales son los comerciantes, que discuten precios y apuran a los carretilleros y cargadores. En el mercado 2 de Junio hay 480 afiliados a la cooperativa con puestos de venta. Cada uno de ellos pagó $us 250 para asociarse a la cooperativa y conseguir un puesto de venta.
El Abasto Sur tiene poco más de 200 vendedores y es el más pequeño de los dos. ¿La razón? Para comprar un puesto allí, hay que pagar entre $us 6 mil y 7 mil al banco.

Las 15 asociaciones del mercado campesino no cuentan con registro exacto de todos los afiliados, pero el comisario de ese mercado Ryder Chávez, estima que hay más de 10 mil personas trabajando día a día en ese centro de abastecimiento.

Cada asociación tiene sus oficinas en el mercado campesino. ASPROA es una de ellas. Su vicepresidente, Félix Murillo explicó que sus 1.200 afiliados cumplen trabajos por turnos y que distribuyen sus productos a otros mercados distritales. ¿Qué hacer para pertenecer a la asociación? Se debe pagar Bs. 1 al día para los gastos de la oficina, la limpieza y el serenazgo.

Algunos de los guardias de seguridad llevan armas, otros laques y todos tienen handys para comunicarse. Juan es uno de los guardias privados que trabaja en las noches para la cooperativa 2 de Junio. Jorge lo hace para el mercado campesino. "Aquí por suerte no tenemos problemas. Como todo el día hay gente trabajando, los mismos comerciantes se encargan de identificar a los maleantes. Las horas más seguras, de hecho, son las de la madrugada", dice Juan.

Las comisarías, en cambio, son mantenidas por el municipio. En el mercado Abasto 2 de Junio trabajan dos inspectores y cinco gendarmes. El mercado campesino cuenta con el mismo número de trabajadores.

Poco a poco empieza a asomar el sol sobre la ciudad. Entonces decae la intensidad del movimiento. Los comerciantes están listos para recibir a los clientes. Al llegar la medianoche despertará el frenesí nuevamente.

Detalles
- Las verduras y los pollos que se consiguen en el Abasto de la cooperativa 2 de junio llegan desde la zona de los valles: Los Negros y Mairana. Las frutas vienen directo desde Chapare, en el Trópico Cochabambino
- En el mercado Abasto de la cooperativa 2 de junio hay diversos rubros: carne, papa, tomate, bazar, verduras, plantas, quesos, cereales y restaurantes. Cada uno tiene alrededor de 40 socios y supervisores de calidad.
- Los camiones que llegan al mercado deben pagar Bs 2 para tener derecho de ingreso al parqueo. Una vez allí abren sus puertas traseras y muestran las verduras y frutas. Se calcula que arriban cada día más de 500 camiones.
- Las asociaciones no sólo se dedican a los horarios de trabajo. Muchas organizan torneos de fútbol entre sus asociados y luego los ganadores compiten en otro torneo ínter asociaciones. Las copas se exhiben en las oficinas.
- Los dirigentes de asociaciones son elegidos cada dos años. Se realizan votaciones. Estas elecciones suponen tiempos de proselitismo dentro de los mercados. Están obligados a rendir cuentas a los asociados.
- Los vendedores fuera del mercado no pertenecen a ninguna asociación. Ellos compran productos entre las 04:00 y 05:00 y hacen todo lo posible por venderlos antes de las seis. Luego se agrupan en la parte posterior del mercado.

Ventas a los cuatro polos
No todo producto que llega al Abasto se queda allí. De hecho, muchos propietarios de ventas en los barrios van al Abasto desde temprano para abastecerse. Esto sucede en especial con el pan, que arriba al mercado a partir de las 5:30, fresco y listo para ser consumido.

“Tengo mi ventita en Urbarí. Los vecinos van desde temprano a comprar el pan, así que me vengo acá para tenerlo todo listo a las seis de la mañana”, afirma Nicolás Moreno. Es por eso que compra más de Bs 40 en pan cada mañana, para luego venderlo al doble del precio. Lo mismo sucede con las verduras, frutas y carnes que se consumen en el mercado.

Según Juan Carlos Rodríguez, presidente de la cooperativa 2 de Junio, incluso muchos vendedores y productores tienen convenios con cadenas de supermercados de la ciudad. “Ellos tienen el derecho a vender a los que quieran. La asociación no se inmiscuye con los clientes, pero estoy enterado que muchos supermercados compran sus frutas y verduras en el Abasto”, indicó.

Cuatro supervisores velan por la higiene de los productos

Mercado. Sus labores no abastecen para mantener limpios los puestos del Abasto. Dos trabajan en la cooperativa 2 de Junio y otros dos en el mercado campesino. De vez en cuando visitan el centro Sur

El problema crítico que enfrenta el mercado Abasto es la higiene. Por mucho que los encargados de las asociaciones y cooperativas describan los métodos de limpieza utilizados, salta a la vista que la basura no desaparece y que el tratamiento de los productos es deficiente. Cuatro supervisores no alcanzan para mantener la limpieza.

“Aquí se ve todo el día basura. Nunca desaparece”, señala el supervisor del mercado 2 de Junio, José Ambrosio Viera. Él es uno de los dos comisarios municipales que trabajan en el mercado. En el campesino también están Franklin Ramírez y Ryder Sánchez, del municipio. “Aquí la gente es reacia a colaborar. No les interesa trabajar en ambientes higiénicos. Es todo una cadena, si tratamos de arreglar cosas, las asociaciones se quejan con otras federaciones, que reclaman con otras centrales, que llevan su molestia a la Alcaldía y al final el favor político no permite que se realicen buenas acciones”, señala Ramírez.

El más perjudicado por esta situación es el consumidor. “Hemos intentado en muchas ocasiones realizar censo de los trabajadores del mercado, pero estas asociaciones son muy cerradas e intocables”, afirma Ramírez. El trabajo de los comisarios no está enfocado exclusivamente a la seguridad. Ellos son los encargados de supervisar la limpieza de los puestos y los productos. En el mercado 2 de Junio, Viera y la otra supervisora, Ángela Mendoza, decomisan cada día productos en mal estado, revisan las balanzas y hacen cumplir la orden de limpieza general del mercado una vez por mes.

La situación para los supervisores es más complicada en el mercado campesino. Allí la desorganización no permite que se puedan establecer reglas claras para la venta. El día de la entrevista, Franklin Ramírez entregó a los carniceros de Asoproca un conjunto de mandiles y otro tanto para vendedores de frutas. Para lograr este objetivo tuvo que negociar y dialogar durante semanas con los representantes de las asociaciones. “Esto es siempre difícil”, dijo. Espera que en los tres meses que le quedan en el Abasto pueda lograr cambios, aunque sabe que esto es difícil si es que se continúa con el método rotatorio. Cada supervisor permanece durante seis meses en un mercado. “Antes éramos más personas y hacíamos turnos para tener presencia las 24 horas. Ahora llegamos a las 07:00 y a las 18:00 todo queda en mano de los comerciantes”, dijo el comisario.

Más detalles
- En el mercado 2 de Junio trabajan seis personas en la limpieza. Ellos también realizan el lavado obligatorio cada fin de mes.
- En el mercado campesino no tienen mangueras para la limpieza. Apenas utilizan escobas.
- Los gendarmes son los que realizan la limpieza en el mercado campesino, junto a un grupo conformado por las asociaciones. En este centro de abastecimiento se realizan limpiezas generales cada seis meses.
- El garaje privado es el sector más complicado. Al ser privado, no hay guardias municipales que lo supervisen. Los camiones llegan a trabajar sin medidas de higiene.

miércoles, 6 de junio de 2007

«Bolivia puede enseñar al mundo la nueva vía»


Antonio Araníbar Arze
Investigador del Informe de Desarrollo Humano del PNUD

Este economista considera que la respuesta no es concebir un Estado fuerte. Por el contrario, el nuevo Estado boliviano debería fortalecer las instituciones de la sociedad. Habla de los resultados del informe del PNUD, presentados hace tres semanas


José Andrés Sánchez

- Cite tres definiciones para describir el estado actual de Estado boliviano
- Éste es un Estado débil frente a una sociedad fuerte. Ése es el primer rasgo característico de la construcción estatal en Bolivia. No es un Estado fallido, ni fuerte, ni homogéneo. Nosotros preferimos definirlo como un 'Estado con huecos'. Hay lugares donde el Estado no llega y allí es donde nacen y se fortalecen las organizaciones sociales; a tal punto que adquieren cualidades casi estatales, debido a sus usos y costumbres.
En algunas zonas se evidencian prácticas que valen la pena mantener y en otras se dan acciones que promueven particularismos y disputas, en vez de construir espacios comunes. Es un Estado en permanente construcción.

- ¿Cómo explica que a pesar de todas las fallas, el ciudadano boliviano aún tenga esperanza en el Estado?, ¿qué dice eso de los bolivianos?
- Hay distintos imaginarios sobre el Estado y uno de ellos responde a esa pregunta. Los bolivianos se refieren generalmente a tres niveles estatales. El primero es el imaginario del 'Estado padre', que es una aproximación normativa del estado ideal, del 'deber ser'. Ahí lo vemos como un padre al que hay que reclamarle ciertas cosas, pero a la vez es un padre lejano y ausente. Pero siempre volvemos a él.
Otra forma de verlo es el 'Estado como gobierno'. Los bolivianos hemos asociado este nivel de Estado como un gobierno capturado por minorías que no representan a toda la ciudadanía. En este nivel somos muy críticos con las instituciones y autoridades.
El último imaginario es el del 'Estado cotidiano'. Lo vivimos cuando nos acercamos a realizar un trámite, a sacar nuestro carné de identidad o a gestionar nuestra personería jurídica. Los bolivianos tenemos la idea del Estado difícil, engorroso y discriminador.

- Otra parte de los bolivianos no acepta cambios y no los quiere, ¿por qué tanta desconfianza al cambio?
- Los datos que tenemos muestran de forma consistente que todos los bolivianos piden un cambio profundo. Ahora, hay nociones distintas de lo que significa el cambio. En Santa Cruz y el resto del oriente boliviano el cambio está asociado a las reivindicaciones de las autonomías departamentales. El 60% de los bolivianos apoya un cambio con concertación y estabilidad política. Hay otros grupos que apoyan cambios aún cuando produzcan conflictos, ése es el 30% de la población.

- Se ve desde algunos sectores que el problema es sólo económico y no tan profundo como proponen los seguidores oficialistas, ¿es posible que así sea?
- El informe plantea al menos cuatro grandes retos y el primero de ellos tiene que ver con la economía y con la necesidad de construir una economía de base ancha. No necesitamos una que dependa en 80% del gas y sus exportaciones. Ahí la agroindustria cruceña y los microempresarios alteños son los grandes actores.
Otros desafíos van por el camino del fortalecimiento de la democracia. Esto se logrará con instituciones más participativas y con mayor control social. Debemos ver cómo esta democracia combinará la gobernabilidad vertical con la horizontal, es decir la relación entre el gobierno nacional y los gobiernos departamentales autónomos. En esencia, el reto es combinar interculturalidad con autonomías.

- Se dice en las charlas informales que Bolivia está en la mirada del mundo, que 'estamos de moda', ¿es cierto o se trata de otro producto de la imaginación nacional?
- Algo de cierto hay pero no totalmente. Esa percepción a la vez tapa una parte de la realidad. Ésa es precisamente la definición de un imaginario. Tenemos datos presentados en el informe que muestran la regularidad en la que Bolivia aparecía en las noticias de seis países: España, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Chile y Perú. Los resultados muestran que a nuestros vecinos les importa el proceso político boliviano y sobre todo lo que haremos con nuestro gas. En promedio, lo que encontramos durante diciembre de 2005 y los primeros meses de 2006 fue que se publica una noticia y media por día en los diarios de Chile y Argentina. Una noticia en los periódicos brasileños y peruanos y media noticia en España y Estados Unidos.

- ¿Qué parte oscurece este imaginario?
- Que no estamos en el centro del mundo. Bolivia representa el 0,8% del Producto Interno Bruto latinoamericano y el 2% de la población del continente. Por lo tanto, nuestro rol se circunscribe a lo que tenemos. ¿Qué tenemos de interesante? Uno es el gas y dos la posibilidad de mostrarle al mundo que el proceso político boliviano es complejo y que desde acá se está forjando una nueva vía.

- Entonces, somos una nación bastante creativa…
- Es notable el proceso de cambio y nosotros hemos apelado a la definición del 'sentido común' en los bolivianos. En momentos de tremenda polarización de repente emergen otras salidas y Bolivia va forjando su camino. Es un momento de especial creatividad y tendremos que serlo para combinar autonomías departamentales con autonomías indígenas. Seguramente tendremos mucho que enseñar al mundo en el tema de autonomías.

- Más allá de la teoría, ¿es posible la plurinación?
- Estos debates en torno a las nacionalidades y culturas, en lugar de alentar posiciones separatistas, hacen crecer un sentimiento de nacionalidad y pertenencia. Por ejemplo, mientras más camba me reivindico, más boliviano me siento. Mientras más indígena me proclamo, más boliviano me siento. Mas allá de nuestra diversidad, todos los bolivianos coincidimos que, ante la ausencia de normas claras, todos somos uno.

- ¿Es posible llegar a enfrentamientos entre sectores de la población?
- Lo sucedido en Huanuni, Cochabamba y el Chaco refleja las tremendas tensiones de la sociedad. Estas tensiones se producen por la magnitud del cambio que se está viviendo en el país. No creemos que haya posibilidades de un enfrentamiento a gran escala entre bolivianos. Hemos vivido momentos como diciembre de 2005 en los que la gente salía a las calles a exigir y protestar. Es probable que vivamos esas cosas de nuevo. Que la gente haga política en las calles. Pero es el sistema político el responsable de articular la concertación y encausar soluciones novedosas y democráticas. Ésa es siempre la vía boliviana.

- De la manera en que funciona el Estado actualmente, ¿cómo define el papel del ciudadano en Bolivia?
- En Bolivia es notable que apreciemos cada vez más a la Constitución como ámbito de derecho y a la democracia como el mejor régimen político para ejercer esos derechos. Hay una noción amplia de la democracia y nos consideramos ciudadanos. La valoración es clara e igual en Oriente y Occidente. Decimos que hemos avanzado mucho en derechos políticos pero queda mucho por hacer en derechos económicos y sociales. Por eso no llama la atención que la Comisión de Derechos, Deberes y Garantías sea la que más propuestas recibió en la Asamblea Constituyente. Esos son los temas centrales que el boliviano espera que se toquen con mayor énfasis en Chuquisaca.

- ¿Qué imaginarios unen a los bolivianos?
- Hay cinco temas en los que los bolivianos estamos de acuerdo. Tenemos respuestas por encima de los dos tercios y más del 80% en cada uno de ellos. Todos queremos cambio profundo. Cuando dudamos que las autoridades sean capaces de implementar políticas públicas y vemos que se dan conflictos políticos, los bolivianos nos ponemos pesimistas. Pero si se combina cambio con estabilidad, confiamos en la democracia. Segundo: la recuperación de los recursos naturales y su industrialización es vital. Valoramos la diversidad del país, pero somos bolivianos iguales. Acá hay una nación en construcción y una sociedad heterogénea y compleja. Pero a la vez hay un tejido unificador que los discursos políticos no toman en cuenta. Además, apoyamos la democracia, aunque hay insatisfacción y se demandan nuevas formas de participación. Por último, hay consenso en que la Asamblea Constituyente es el espacio central para el cambio.

- ¿Cuáles imaginarios nos separan?
- El imaginario en torno a las autonomías es polarizante. Por eso el resultado del referéndum mostró división de opiniones en el país; con conceptos muy positivos en el oriente y sur del territorio y con conceptos muy negativos en occidente. En oriente y sur es un imaginario de desarrollo, administración de recursos, elección de autoridades e instituciones cercanas. Para el occidente la autonomía es conflicto. Significa que la administración de recursos por departamento traerá inequidad e incluso dentro de los departamentos los más ricos las ganancias se las repartirán los ricos. Están viendo en riesgo la unidad nacional. Lo importante es que cualquier diseño debe ser percibido como unitario y solidario. Eso podría unir a todos los bolivianos.

- ¿Es simplemente una cuestión sentido común?
- Acá hay un sentido común que está dentro de la sociedad boliviana y que se debe reflejar en el debate político. Si los actores políticos siembran el camino de coincidencias en vez de atizar los imaginarios polarizantes, podremos combinar las propuestas autonómicas de oriente y occidente, las departamentales con las indígenas. Ciertamente habrá una salida y seremos un caso de estudio a todo nivel, si lo logramos. Si conseguimos las autonomías acertadas, esta vez los españoles vendrán a estudiarnos.

- Tres palabras para describir el estado ideal del Estado.
- Debe ser un Estado fuerte. Con eso no nos referimos a un Estado que llene 'los huecos'. No queremos un Estado que suplante la organización de la población, sino un Estado que fortalezca a la sociedad. Con autoridades elegidas que interactúen con una sociedad muy fuerte. El Estado ideal debe construir un espacio público común. Así este país no será más desigual y su unidad nacional no correrá más riesgos.

El IDH en libro, en la tv y el cine
Licenciado en economía por la Universidad de Paris IX (Francia) y candidato a doctor en Modelización Económica Aplicada por la Universidad Autónoma de Madrid (España).

Sus especialidades son los estudios de economía de la desigualdad, pobreza, desarrollo regional y local, coyuntura político-económica y Escenarios prospectivos.

Junto a los investigadores Fernanda Wanderley, Verónica Paz y José Luis Exeni, elaboró el Informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2007, titulado ‘El estado del Estado en Bolivia’.

Los trabajos de investigación se iniciaron en octubre de 2005 y contaron con el apoyo de sociólogos, historiadores, cientistas políticos y otros estudiosos de la sociedad boliviana. El trabajo presentado hace tres semanas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo viene acompañado de un programa de televisión dirigido por Juan Carlos Valdivia y un documental dirigido por el cineasta Marcos Loayza. Dentro de un mes presentarán los resultados de las encuestas.

viernes, 25 de mayo de 2007

CHAPARE

El cato legal no para al narcotráfico


Coca. En 2006 se registró la cantidad más baja de coca erradicada. En contraparte, durante los primeros meses de 2007 se han desmantelado más de 1.200 fábricas de cocaína sólo en el Trópico cochabambino

Coca. Los que antes fueron los mayores enemigos, ahora trabajan en unidos en las misiones de erradicación de la hoja de coca. Miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta coordinan junto a dirigentes cocaleros

Coca. El viceministro de Desarrollo Social, encargado de coordinar las tareas de la lucha antidroga, admite que el narcotráfico no ha disminuido en la zona de Chapare. Se incauta más marihuana en el país

José Andrés Sánchez
Santos Mollo observa a los 22 soldados que ingresan a su chaco. Cargan machetes. Detrás de ellos están los ‘lobitos’ de la Unidad de Desarrollo Económico y Social del Trópico (Udestro). Ellos están armados con cintas para medir y brújulas. Últimos en la fila, manteniendo la seguridad, marchan cuatro miembros de la Policía Nacional con sus rifles de asalto.


Hace poco menos de 10 años, Mollo no hubiese permitido que estas personas entren en su terreno. Habría puesto cazabobos y otras trampas para impedirlo. Su mujer e hijos se habrían enfrentado contra los soldados y otros miembros de la comunidad Villa Esperanza habrían ofrecido su ayuda para la lucha. Ahora Mollo observa con impotencia cómo su coca es reducida a un cato (1.600 metros cuadrados). “Es triste ver que esto pase, pero los dirigentes ya me explicaron que sólo puedo tener un cato”, se lamenta el cocalero que vive en la zona desde hace 8 años y cultiva naranja, arroz y cítricos.

A diferencia de años pasados (entre 1983 y 2005), ahora la erradicación ya no es forzosa. De hecho, en Chapare se vive en una paz inusual y los miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) trabajan junto a dirigentes cocaleros en lo que se denomina ‘racionalización de la hoja de coca’. Los que en un momento fueron enemigos a muerte se han convertido en socios de la erradicación.

Pero no todo es color rosa en la zona tropical que descansa entre los llanos y los andes bolivianos. Esta paz trajo sus consecuencias y los números no mienten: el año pasado se registró la cantidad más baja de hectáreas de coca erradicada en la zona desde 1983 (4.926 hectáreas, según datos del viceministerio de Desarrollo Social). También se habría elevado el número de cocales en el Chapare (más de 7.000 hectáreas totales, si se toman en cuenta los 45 mil catos por afiliado), hasta el punto que ahora las FTC deben actuar dentro del parque Isiboro Sécure. Y lo más preocupante: cada día se desmantelan entre 8 y 10 fábricas de cocaína en el trópico cochabambino. Según reveló el coronel René Salazar Ballesteros, comandante de Umopar en Chapare, durante los cuatro primeros meses de 2007 se han destruido 1.259 fábricas y se han detenido a 174 personas.

Además, en lo que va del año se han decomisado 350 kilogramos de cocaína y 711 kilogramos de cocaína líquida. En total, poco más de una tonelada de droga. Si se toma en cuenta que eso representa el 10% de la producción total, según el promedio manejado a nivel mundial, en cuatro meses se habrían producido más de 10 toneladas de cocaína en el trópico cochabambino.

Para el diputado y ex ministro de Desarrollo Social, Ernesto Justiniano, existen varias razones para que esto suceda. En principio, Justiniano criticó el hecho de que ahora sean las mismas federaciones productoras las encargadas de fiscalizar que cada afiliado tenga sólo un cato de coca. Además, recuerda que durante la gestión de Carlos Mesa las federaciones del trópico, lideradas por Evo Morales, firmaron un acta de entendimiento con el Ejecutivo. Uno de los puntos comprometía al Gobierno a realizar un estudio de mercado acerca del consumo de coca en suelo nacional. “Esa investigación es primordial para conocer el número real de consumidores de coca en el país y la cantidad de hectáreas que se deben otorgar para el cultivo de esta hoja”, señaló Justiniano.

El comandante de la FTC en Chapare es el teniente coronel José Soliz Gemio. Está en el cargo desde el año pasado y detalló la misión que le llegó desde la Presidencia: “Debemos erradicar 5.000 hectáreas por año. No más ni menos. Ése es el objetivo del Gobierno”, aclaró el militar.

Pero a los dirigentes de las federaciones del trópico no les molesta que sus opositores lancen ataques. “Nosotros trabajamos en la concienciación. Los dirigentes somos los encargados de hacer entender a las bases que el cato es bueno y que no es necesario tener más. Queremos revertir la idea de que somos productores de droga”, dijo el dirigente Epifanio Delgado, de la federación Carrasco. Su institución cuenta con 9.800 afiliados y junto a los miembros de las otras federaciones (Trópico, Centrales Unidas, Mamoré, Bulo Bulo y Chimoré) suman más de 45.000 personas. Por lo tanto, son 45.000 catos, que corresponden a más de 7.000 hectáreas. Es un número mucho mayor al acordado entre las federaciones y el Gobierno en 2004, cuando se dispuso la posibilidad de que existan 3.200 hectáreas legales en Chapare.

¿Cómo hacer para poseer un cato de coca en el Chapare? Delgado explicó que hay que poseer un terreno en la zona, inscribirse en el sindicato de la comunidad y pagar Bs 1 al mes. “Con ese aporte los dirigentes recibimos nuestro sueldo”, aclaró.

Ahora el Chapare vive en paz, sin enfrentamientos ni represiones. La erradicación avanza a paso lento. Pero aún continúan apareciendo fábricas de cocaína y droga fresca en la zona.


Los enemigos íntimos unidos en la erradicación de la hoja
Son cinco los actores necesarios para que se realicen los trabajos de erradicación de la hoja de coca. Están los técnicos de Udestro, la Policía Ecológica, los soldados de las Fuerzas Armadas, la Policía nacional y las federaciones cocaleras.

Juntos llevan adelante un sistema de negociación fijado por el Poder Ejecutivo que empieza a dar resultados. “Desde este año sentimos que las cosas avanzan. Hemos dejado la represión por la negociación y es un sistema que funciona”, aclara el comandante de la FTC, José Soliz.

Son tres los niveles de negociación: el Presidente de la nación con el alto mando militar, los asesores políticos y sociales con los miembros de las FTC. El tercer nivel se da entre los grupos de tarea y los campesinos. En toda la escala están presentes, siempre, las federaciones del trópico cochabambino.

Es por eso que ahora la represión ha quedado a un lado. El ex dirigente cocalero y actual director de Udestro, Delfino Olivar, ríe cuando se le pregunta cómo es trabajar con aquéllos a los que se enfrentó en el pasado. “Tengo que ponerme la camiseta del Gobierno y entrar en la boca del lobo. Hemos logrado un trabajo conjunto”, indica el director de la entidad, que en el pasado se llamaba Direco (Dirección de Reconversión de la Hoja de Coca).

Pasos para la erradicación
1
Los técnicos de Udestro se encuentran en campamentos desde donde se acercan a las comunidades cocaleras con una semana de anticipación. Avisan a los dirigentes que deben preparar a sus bases para la erradicación.

2 Los dirigentes inician trabajos de concienciación. Indican a los campesinos las razones por las que se realizará la erradicación y responden preguntas. Generalmente, piden apoyo para el Gobierno de Evo Morales.

3 Los técnicos de Udestro llegan a las comunidades e inician los trabajos de medición. Visitan las tierras de los campesinos y toman anotaciones.

4 Los soldados de la FTC arman campamentos cerca de las zonas donde deben trabajar. Allí se encuentran, además, miembros del Ejército y otros técnicos de Udestro.

5 Se inicia la erradicación. Primero se visita al campesino, el técnico le explica la razón por la que están allí y luego empiezan los trabajos. Los soldados son capaces de erradicar un cato en poco más de 15 minutos.

6 Mientras esto sucede, un grupo de avanzada de Udestro se acerca al siguiente sindicato.


Marihuana marca el récord
Las cifras totales detallan que en 2006 se incautaron 139 mil kilogramos de todo tipo de droga en el país. Hasta marzo de 2007 esa cifra ya había sido rebasada, con más de 161 mil kilos decomisados. Estos números dejan muy por detrás a los 46 mil kilos incautados en 2005 y a los 36.000 de 2004.

La gran razón de este cambio es que la presión en las incautaciones se ha trasladado hacia la marihuana. Mientras que la cantidad de cocaína incautada mantiene un lento ascenso (8 mil kilos en 2004, 10 mil kilos en 2006), la incautación de marihuana ha dado un salto más que increíble. En 1997 se habían incautado 3.000 kilogramos de esta hierba. Cinco años más tarde, en 2001, se decomisaron 7.000 kilogramos. El gran salto se produjo en 2004, cuando el número se elevó a 28 mil kilogramos de marihuana decomisada.

Sólo el año pasado se decomisaron más de 125 mil kilogramos en todo el país y entre enero y abril de este año se llegó a más de 157.000 kilos.

La lucha contra el narcotráfico se enfoca en la hierba verde antes que en la droga blanca.



Felipe Cáceres
viceministro de desarrollo social

«Lamentablemente, aún hay narcotráfico»
- ¿Qué política se sigue a escala nacional respecto a la racionalización de la hoja de coca?
- Hay una diferencia abismal entre el pasado y el presente. La nueva estrategia de lucha toma en cuenta la revalorización de la hoja de coca. Antes teníamos la erradicación forzosa, pero gracias al consenso se detuvo la represión. Siempre se tildó de narcotraficante a la dirigencia sindical. Ahora la política es la concertación, el consenso y la conciencia. Desde este Gobierno queremos también un mundo libre de drogas.
- Muchos critican el hecho de que sean los mismos cocaleros los que se fiscalizan.
- En el pasado no hubo una verdadera lucha contra las drogas. Vimos casos de narcoaviones, narcovínculos o Huanchaca. Nosotros hemos realizado la mayor incautación anual de droga en toda la historia. En este Gobierno hay más efectividad en la lucha contra el narcotráfico. Durante la gestión 2005 se realizaron 5.300 operativos a nivel nacional. En la gestión 2006 se han hecho 9.400.
- ¿Qué pasó con el acuerdo suscrito entre las federaciones del trópico y el Gobierno de Carlos Mesa?, ¿sigue vigente?
- La gran diferencia entre 2004 y ahora es que entonces sólo se habló de los productores de hoja de coca, sin tomar en cuenta las asociaciones de productores de cítricos, bananos y otros. Por eso se hablaba de 26.000 afiliados. Hoy estamos todos unidos por el cato y por eso son más los cocaleros que en ese momento.
- En ese acuerdo se establecían 3.200 hectáreas de coca, pero ahora hay más de 7 mil
- Tenemos avanzado un 70 por ciento del catastro en Chapare. A fin de año, por primera vez en la historia del país tendremos un registro con número de afiliados, número de catos y número de hectáreas. Ahora no puedo dar ninguna cifra de manera oficial.
- ¿Por qué no se ha hecho el Estudio de la Demanda del Consumo Legal de la Hoja?
- En este momento está en fase de aprobación de los términos de referencia. Tiene que consensuarlo el Consejo Nacional de Lucha Contra el Tráfico Ilícito de Drogas. Son ocho ministerios: Gobierno, Presidencia, Defensa, Justicia, Desarrollo Rural, Salud, Obras Publicas… Lo que puedo asegurar es que este año empieza este estudio.
- ¿Por qué es vital realizarlo?
- Nos dará la referencia del número de consumidores y la cantidad de hectáreas que se debe permitir en el país.
- ¿Cómo explica que el año pasado se dio el número más bajo en hectáreas erradicadas?
- Cuando no había concertación no hacían bien las mediciones. Se media ‘a la rápida’ y no eran cifras correctas. Por eso aparecen 10 mil hectáreas. Ahora la erradicación es neta porque hay concertación entre productores y Estado. La embajada norteamericana, además, tiene personas que todos los días nos controlan.
- Con más de 1.200 fábricas destruidas en cuatro meses, se hace evidente que el narcotráfico se mantiene fuerte en Chapare.
- Lastimosamente, el narcotráfico es un problema que existe y no podemos ignorarlo. Pero nosotros desplegamos el doble de esfuerzo para desbaratarlo. Por ejemplo, hoy los narcos están dejando de usar ‘pisacocas’ para utilizar molinos manuales de coca, a fin de triturarlas. Con los precursores podrán hacerlo en casa. Esto nos preocupa y por eso redoblamos esfuerzos. Tenemos 1.700 efectivos y este año incrementaremos 150 más.

El acta
Mesa-Morales

El 3 de octubre de 2004, el Gobierno del entonces presidente Carlos Mesa firmó un acta de entendimiento con las seis Federaciones de Productores de Coca del Trópico de Cochabamba, lideradas entonces por el actual presidente Evo Morales. Éste fue el último acuerdo entre los ‘cocaleros’ y un Gobierno boliviano. Hasta ahora no se ha firmado otro acuerdo y no se cumplen los puntos consensuados hace tres años.
Estudio de mercado. En ese acuerdo se determinó realizar un Estudio de Mercado Legal de Consumo de la Hoja de Coca. De esta manera se determinaría la cantidad de consumidores y por lo tanto la cantidad necesaria de hoja para abastecer a todo el país.

Número de hectáreas. Se determinó la legalidad de 3.200 hectáreas de coca en todo Chapare. Sin embargo, hasta ahora se contabilizan más de 7.000 hectáreas en la zona, con lo cual se incumple otro punto del acta de entendimiento.

Cantidad de afiliados. En ese entonces las federaciones afirmaron tener no más de 26.000 afiliados. Tres años más tarde, desde el mismo Gobierno señalan que hay más de 45.000 afiliados a los sindicatos del trópico cochabambino.

Casos de antología
13 de mayo de 2007. Una explosión asustó a los pobladores de Yacuiba. Un moderno laboratorio de cristalización de cocaína se encontraba en pleno centro de la ciudad y explotó a las 21:30. Este hecho provocó un voraz incendio. En menos de una hora la casa quedó atrapada por las llamas. Todo se produjo por la mala manipulación de los químicos. Las dos personas que trabajaban en la fabricación de la droga murieron a causa de la explosión.

28 de abril de 2007. Fue de película. Un grupo de traficantes decidió parar en un surtidor del barrio Pampa de la Isla para cargar gasolina. La presión del contenedor provocó que se produzca una explosión que destruyó el vehículo. Los delincuentes huyeron, mientras que una vendedora herida por los vidrios rotos los observaba atónita. Al llegar los policías, no cayeron en cuenta de que aquel polvo blanco esparcido en el piso era pasta base.

jueves, 17 de mayo de 2007

FOTOPERIODISMO



LA VIDA POR UNA IMAGEN


José Andrés Sánchez
Más allá de las palabras, los relatos y las descripciones. Más allá de las declaraciones vacías y las acusaciones dirigidas. Del lado de la realidad. Ellos son el ojo constante que capta la esencia de lo que nos rodea. Son ellos los que guardan en nuestra retina todo el dolor y la inmensa alegría de una ciudad, de un departamento, de un país y del mundo. Al escribir acerca del fotógrafo de prensa, el cronista sabe que se enfrenta a un desafío poco usual. Ésta es una ocasión especial. Por primera vez quedan de lado los políticos, las autoridades, los dirigentes sociales y sindicales, los artistas o los deportistas. Ahora es el turno de escribir acerca del fotógrafo que muestra día a día lo que su ojo captó en los barrios del país. Es el animal de calle que no teme insertarse en los ambientes más hostiles, jugar a las escondidas entre manifestantes y fuerzas del orden, esquivar balas, palazos y otros golpes o preocupar a la familia... todo por conseguir la imagen más impactante.


LA ADRENALINA EN LAS VENAS

Dos grupos de choque se encuentran en las calles de la ciudad. Un alcalde es quemado por los pobladores de un pueblo en el altiplano. Dos grupos mineros destruyen la localidad en la que viven con tal de ganar el control de un cerro milenario. Son escenarios de alto riesgo en los que cualquier ciudadano consciente y responsable evitaría ingresar. Incluso muchos periodistas prefieren mantenerse al margen y tomar notas desde la seguridad de la distancia. Pero en medio del meollo, donde las ‘papas queman’, se encontrará siempre, como un invisible testigo de la realidad, el fotógrafo que busca captar el momento preciso para luego correr al diario y ver al día siguiente su trabajo publicado en la tapa del periódico.


¿Qué los motiva? “En este rubro tienes que sentir la adrenalina. Delante de los conflictos te sientes vivo y la sangre hierve. Somos invulnerables en ese momento... pero estamos equivocados”. Así se refirió el fotógrafo Aizar Raldes al ser consultado acerca de la emoción que siente en su trabajo. Cuando el ambiente se caldea, este profesional de 37 años, olvida a sus tres pequeños y a su esposa. Sucede que el periodista gráfico no puede perder la oportunidad de obtener la foto histórica por resguardar su vida. ¿Valores en conflicto? Ellos reconocen que algo malo les debe ocurrir en la cabeza, pero es la vida que eligieron y la aman.


HOMBRES DE SENTIMIENTOS

Durante el conflicto de febrero de 2003, el fotógrafo Juan Carlos Torrejón se encontraba en la plaza Murillo. Lente en mano y vista fija en los enfrentamientos entre policías y militares, este profesional paceño se sentía seguro al lado de un policía apellidado Caballero. “Choquito, ten cuidado”, le dijo el policía. Tras escuchar estas palabras, Torrejón sintió que algo (o alguien) detrás de él se golpeaba contra el muro de un edificio. Volvió la mirada para cerciorarse y entonces lo vio. Aquel policía que hacía segundos le había hablado estaba ahora tendido en el piso y con la máscara de gas ensangrentada. Quería hablar pero no pudo. Murió. Torrejón tiró la cámara, se largó al piso y soltó las lágrimas.


INICIOS Y LA GRAN DECISIÓN

El fotógrafo de prensa es un nómada. Hace su carrera yendo de un medio a otro, de una ciudad a otra o de un país a otro. Algunos buscan su independencia y otros la seguridad de un medio. Pero antes que todo, ellos quieren relucir en su trabajo y disfrutan el efímero reconocimiento que les otorga una fotografía asombrosa. Por ejemplo, Raldes ha puesto su firma en dos revistas, tres diarios y una agencia nacional de noticias antes de obtener un puesto privilegiado en la Agencia Francesa de Noticias (AFP). Torrejón estuvo en tres diarios antes del ingresar a trabajar en el periódico EL DEBER.


Rolando Villegas pasó por todos los matutinos y algunas revistas de Santa Cruz de la Sierra. Es por este motivo, quizá, que la competencia dura que se da entre medios de información no repercute entre los colegas fotógrafos. “Somos muy solidarios entre nosotros. Jamás vi, en Bolivia o el exterior, que uno de nosotros le niege ayuda a otro. Entendemos que el trabajo lo tenemos que realizar unidos”, aclara Raldes. Es que a todos los une la pasión por la fotografía. Todos ellos iniciaron su carrera con el sueño de dedicar su vida a recorrer las calles y captar las imágenes que les rodean, así sean grandes fiestas o catástrofes. “Recuerdo la primera vez que agarré una cámara - rememora Torrejón - Estaba loco por tomar fotos. Todo gracias a mi padre, que era un aficionado”, dice.


ENTRE EL ARTE Y EL PERIODISMO

El actual premio nacional de fotografía periodística, Max Toranzos, suele retornar a su casa y revisa las fotos que tiene guardadas en la memoria de su cámara. A veces no recuerda en qué momento tomó algunas imágenes o qué hizo para lograrlas. “Las cosas pasan como un rayo. Tenés segundos para ‘tomar’ el momento. En un fotógrafo de prensa el instinto es muy importante y eso es algo que se consigue con el tiempo y la práctica”, explica el fotógrafo que lleva seis años dedicado a este rubro periodístico. Para él, se deben seguir tres reglas claras a la hora de realizar una cobertura noticiosa con una cámara: conocer el instrumento de trabajo, tener una noción acerca de iluminación y tratar de llenar la imagen con información, a todo momento y a como dé lugar.


Entonces surge la interrogante... ¿son artistas o periodistas? “Somos ambas cosas”, responde Toranzos con seguridad. “Es como un periodista que tiene todas las aptitudes para ser escritor. Lo que tenemos es un don para fabricar imágenes, con mucha creatividad y pocos recursos”, finaliza.El homenaje más grande para estos profesionales de la imagen no está en los premios o las felicitaciones en las calles. Se encuentra dentro de ellos mismos, en el ego y orgullo que sienten al saberse privilegiados por observar en primer plano los momentos históricos que vive la sociedad.


SANTA CRUZ TIENE SUS PROFESORES

Ahora las cámaras vienen en todo tamaño y no necesitan rollo. Las imágenes se pueden editar en computadoras y el formato automático permite tomar decenas de fotos por segundo. Así es ahora. Pero hasta hace pocos años, menos de diez, los fotógrafos se debatían entre el tiempo que se iba rápido y las dificultades tecnológicas.


Santa Cruz de la Sierra tiene sus próceres del periodismo gráfico. Son personas que se animaron a tomar una cámara cuando pocos entendían de qué se trataba. Por instinto y curiosidad decidieron ser los primeros en captar las situaciones y personajes que dejaron su huella.


José Carranza fue uno de ellos. Ahora retirado y propietario de un estudio de revelado, este hombre de 65 años es considerado por muchos como el gran maestro de la fotografía cruceña. “Todavía extraño mi trabajo, pero en 1992 entendí que era el turno de que una nueva generación tome las riendas”, dice ahora, rodeado de innumerables negativos en los que guarda joyas del periodismo deportivo: las visitas de Pelé y Maradona, el primer campeonato de Oriente Petrolero o las eliminatorias mundialistas.


Un poco menor, con 59 años, Elvio Montero también tiene su lugar guardado en la historia. Este hombre que inició su carrera periodística como barrendero de un periódico, llegó a conocer años más tarde países como Chile, Suecia, Alemania, Finlandia, China, España y Suiza. “Antes éramos considerados la quinta rueda del carro, pero con los años el fotógrafo fue adquiriendo más notoriedad en los medios. Me gustaría pensar que gracias a mi trabajo contribuí un poco a que ese cambio se produzca”, afirma. Ahora Montero es el orgulloso padre de dos fotógrafos reconocidos en Bolivia: Ricardo y Regis.


Cuando llegaron las nuevas tecnologías, la mayoría de los reporteros gráficos colgaron la cámara. Uno de los pocos que enfrenó los cambios y se adaptó es Agapito Paco, que lleva 24 años publicando sus imágenes en las páginas de EL DEBER. Incluso este hombre de 64 años dejó su lucrativo negocio como comerciante de ropa para dedicar su vida a captar la realidad. “No voy a dejar nunca de tomar fotografías. Estoy cerca de retirarme, pero tengo una cámara propia en mi casa y seguiré divirtiéndome con ella”, dice.


La experiencia de estos personajes ha servido para formar a los profesionales del presente, que no ocultan su admiración por ellos cuando escuchan sus nombres. Las generaciones se renuevan, pero la pasión tiene siempre la misma intensidad.

sábado, 28 de abril de 2007

Bolivia villera

La patria pequeña en Buenos Aires



Argentina. La 1-11-14 es la villa que alberga a la comunidad más grande de bolivianos en suelo porteño. La vida se divide entre la alegría por poseer un techo y la inseguridad por el crimen y las drogas

Argentina. El poder en la 1-11-14 se reparte entre dos grupos. Los bolivianos están al margen. La mayoría de los bolivianos llega directo desde el campo. Hay paceños y orureños. La villa fue desalojada en 1976 por el Gobierno. Fue dos años antes del Mundial

Texto: José Andrés Sánchez
Fotografías: Rolando Villegas
Nosotros, los de la comunidad boliviana, estamos siempre desprotegidos, tanto de las autoridades argentinas como de las bolivianas. No hay quién abogue por nosotros. Al boliviano lo cagan a golpes, lo matan, le violan a la mujer o a la hija o es víctima de un trabajo esclavo... y no sucede nada”. Ésas son las palabras desilusionadas que nacen en los labios de Édgar Tancara, uno de los habitantes de la famosa ‘Villa Bolivia’, un centro urbano que reúne miseria, música, baile, drogas, crimen, impunidad y cultura nacional.

Para ubicarse: ‘Villa Bolivia’ en realidad se llama ‘Villa 1-11-14’. Se encuentra dentro del corazón del gran Buenos Aires y es la única villa ubicada en la capital federal. Está en el barrio de Almagro y desde cualquier terraza de la villa se puede apreciar el famoso ‘Gasómetro’, el estadio del equipo de fútbol San Lorenzo de Almagro. Son 14 hectáreas en las que conviven, como pueden, más de 6.500 familias bolivianas, peruanas, chilenas, paraguayas, argentinas y coreanas. De ellas, casi el 50 % son bolivianas.


Pero el poder dentro de este centro urbano se reparte entre dos grupos minoritarios: los peruanos y los coreanos. Ambos luchan por el control de los negocios de la droga, la prostitución y el contrabando. En un punto se hace visible la frontera entre ambos bandos. En una esquina se escucha cumbia y se venden empanadas fritas y api. Al frente están los supermercados y otros negocios que anuncian sus productos en caligrafía asiática. ¿La policía? Tiene el ingreso vetado.

Los domingos son los días en los que la villa abre sus puertas a los visitantes, que deben aproximarse con cautela. Sucede que esos días se instala la célebre feria de Bonarino, en la que las comunidades latinoamericanas aprovechan para armar sus toldos y vender todo tipo de productos: ropa, juguetes, accesorios, discos y un largo etcétera. Es una feria que no se diferencia de la que se instala en Cumabi, en Santa Cruz de la Sierra. La patria se traslada al corazón porteño.

Eloy Mercado es uno de los más antiguos habitantes de la villa y sus carnes a la parrilla y fricasé son célebres. Tras más de 30 años habitando en la capital argentina y con un marcado acento porteño, el cochabambino de más de 50 años aclara que la imagen de pobreza no es tan cierta. “Aquí se mueve mucho dinero. Es como cualquier sociedad. La mayoría tiene poco, pero entre unos cuantos manejan negocios millonarios e ilícitos. La vida en la villa es dura y peligrosa, pero es la única manera de mantenerse unidos”, afirma mientras sirve silpanchos y ofrece llajua a sus clientes.

Es necesario explicar que esta feria se encuentra en las afueras de la villa y que al costado se pueden observar las viviendas populares que desde hace décadas el Gobierno argentino construye para los habitantes de esta zona. Son edificios de más de cinco pisos a los que se deben trasladar los habitantes de la villa. Hasta ahora se han otorgado poco más de 600 departamentos, en un lapso de más de 10 años. Es detrás de estos edificios donde respira la verdadera villa.

Dentro la vida es supervivencia. Las anchas calles bonaerenses desaparecen y la modernidad de una ciudad que en algún momento se consideró de ‘primer mundo’ queda como una broma de mal gusto. En la 1-11-14 las calles son angostas y se llenan de barro después de que cae la lluvia. Los billares, los boliches, las discotecas y los restaurantes se encuentran uno al lado del otro. Los domingos la música de los ‘dancing’ elimina toda la tranquilidad y en las esquinas se apostan los ‘narcotraficantes’. Allí se puede conseguir cocaína, marihuana y el famoso pitillo.

Sin embargo, y con sorpresa, se escucha a los compatriotas afirmar que ese tipo de vida es mejor a la que se puede aspirar en Bolivia. “Me llamo Yuri Fernández, soy oriundo de la capital folclórica de Bolivia, Oruro, y soy hincha del gran San José. También me gusta el Bolívar y en Argentina sigo a San Lorenzo de Almagro”. Fernández se encuentra en Argentina desde 1993, cuando arribó junto a su mujer, Betzabé Meismer, y sus cuatro hijos. Tras los primeros años de vida dura, trabajando en talleres textiles clandestinos y con poca ganancia, Yuri logró establecerse en la villa y ahora es el ‘orgulloso’ propietario de un hogar diminuto, con dos cuartos, una terraza y una sala-comedor.


Para ingresar a su hogar se debe atravesar un pasillo oscuro de 10 metros de largo. Él espera en la puerta y recibe a los visitantes con una Coca Cola. Luego describe la vida en la villa. “Vivir acá es algo increíble, distinto. Todos hemos sufrido un cambio. Los bolivianos que vienen a Argentina, todos sufren. Uno viene a la deriva, sin amigos, sin tener lugar para dormir, sin documentos o trabajo. Totalmente a la deriva. Son muchos los que vienen del campo, de La Paz, Potosí y Oruro. Ellos son los que tienen más problemas, incluso porque no pueden hablar bien”, indica el costurero de 44 años que ahora tiene su propio negocio dentro de la villa.

De esta manera se explica que para la mayoría, las condiciones en las que viven no estén del todo mal. Tras los primeros momentos nefastos, llegar a conseguir un hogar propio y un techo para la familia es todo un éxito. Aunque los pequeños deban convivir en medio de ‘narcos’ y otros criminales.


“Esta villa tiene su historia particular”, dice Tancara mientras pasea por la feria. Sucede que en 1976 el Gobierno militar argentino decidió desalojar las dos villas más grandes de Buenos Aires: la 1-11-14 y la de Retiro. La razón fue que deseaban ‘desaparecer’ la pobreza durante el Mundial de Fútbol celebrado en 1978. Tancara ya llevaba ocho años en Argentina. Llegó desde La Paz a buscar suerte y diez años más tarde se había convertido en uno de los delegados más activos de la Comisión de Vivienda de la villa. La misión de este grupo es lograr que el Gobierno de la ciudad trabaje con mayor interés en las villas y se construyan más viviendas para mejorar la calidad de vida. “Tenemos que lidiar con políticos que ofrecen y no cumplen; debemos luchar con piqueteros que ‘toman’ las viviendas porque creen que los extranjeros no las merecemos. Para la mayoría sólo somos unos ‘bolivianos de mierda’”, dice.

Detrás de él la villa respira: se escucha cumbia, se toma cerveza, se habla quechua y aimara, y se baila un huayño. Un corazón boliviano en Buenos Aires.

Casos en la villa
- El 30 de noviembre de 2005 se produjo un enfrentamiento en las calles de la 1-11-14. Murieron cuatro personas, entre ellas un bebé de nueve meses. Otras nueve personas resultaron heridas. Fue durante un festejo de la comunidad peruana.

- La familia del boliviano Mario Lauca desapareció de la villa. Habían llegado hace tres años a Buenos Aires. Sucedió el 7 de eneto de 2006.

- A mediados de abril del presente año, un grupo de piqueteros argentinos ‘tomó’ las viviendas populares construidas en la 1-11-14. Exigían que se entreguen a ciudadanos argentinos. La Policía los desalojó tras días de negociaciones intensas.

- En 10 años se cuentan más de 40 muertos por el ‘gatillo fácil’ de la Policía.


- Hernán Pajoni/ Defensoría del Pueblo – Argentina
"La deuda más grande del Gobierno"
El Gobierno argentino no trabaja con rapidez respecto a la problemática de la vivienda en las villas. Hay dos caminos que se pueden seguir: la urbanización de las zonas o el desalojo de los habitantes hacia mejores áreas. Esta deuda social es una de las más grandes del actual Gobierno argentino.

Desde la Defensoría no trabajamos directamente con las comunidades extranjeras, pero sí estamos atentos a las necesidades habitacionales y sanitarias de estas zonas. Le advertimos al Gobierno de los riesgos vitales que existen en las villas y que justamente las más afectadas son las capas más vulnerables de la sociedad.

Acerca de la migración, nuestro trabajo es interno. Debemos hacer entender en las provincias que la solución a los problemas no es la migración hacia la ciudad. Debemos evitar que Buenos Aires se transforme en un gran imán migratorio, ya que vamos camino al colapso. No nos enfocamos en las comunidades extranjeras.

El problema de las comunidades extranjeras, en muchos casos, es la esclavitud. Ahora, una vez rescatados, nos aseguramos que obtengan ciudadanía y un lugar para vivir. No queremos que se conviertan en mendigos.

miércoles, 11 de abril de 2007

Muñecas rotas



De los juegos infantiles a los juegos adultos

Crimen. El comercio sexual de adolescentes crece. La sociedad se mantiene inmóvil


Palabras mayores
Me he sentido extraña, después me acostumbré. Tenía miedo de lo que te miran, de lo que te tocan. – Julia, La Paz

Cuando hay más dinero, son abusivos. Piensan que ya te han comprado y dicen que te pueden golpear. – Mónica, El Alto

Las personas mayores, gordos y feos, te dicen que si tienen relaciones sexuales te van a comprar vestidos elegantes. – Roxana, La Paz

A mi amiga la han matado en un alojamiento. Ha entrado a las tres y a las cinco ya estaba muerta. – Patricia, La Paz

José Andrés Sánchez
Perla afirma que tiene más de 18 años. Ella toma su vaso de licor de menta con la firmeza de una mujer mayor, pero su fina voz, el cuerpo adolescente y los ojos inocentes delatan su verdadera edad. Como muchas otras niñas y adolescentes que sobreviven dentro del mundo del comercio sexual en Santa Cruz de la Sierra, Perla ya ha aprendido a mentir al ‘cliente’ y a seducirlo con su mirada para preguntarle al poco rato: “¿Quiere hacer pieza? Son sólo Bs 150”. Así cumple su labor nocturna en uno de los más de 50 centros de masajes clandestinos que en realidad son prostíbulos.

Es un secreto a voces. En Santa Cruz y el resto del país hay jóvenes menores de 18 años que ofrecen sus cuerpos en las calles, whiskerías y discotecas. Todos lo sabemos. Los vecinos que observan a las colegialas ingresar a casas día a día, los policías que patrullan las calles de la ciudad en las noches, los profesionales que visitan los prostíbulos y las autoridades municipales que vigilan que las normas se cumplan.

“Es una sociedad que históricamente ha aceptado este comportamiento”, afirma con preocupación Rosa María Valencia, directora de la Defensoría de la Niñez. “Hasta en los taquiraris los hombres hablan acerca de las ‘peladitas’”, fulmina.

Lo que viven estas jóvenes está lejos de ser una experiencia excitante. Son víctimas de extorsiones, amenazas, delitos y abusos, aunque la mayoría de ellas no se dé cuenta. ¿Cómo caen en garras de redes que comercializan sus cuerpos? Muchas lo hacen porque necesitan algún medio para generar ingresos económicos.

En principio la teoría dice que se debe a que provienen de familias desmembradas y viven en pobreza. Pero la explotación sexual adolescente no es sólo cosa de pobres. La psicóloga Karina Rocha, de Defensa de la Niñez Internacional, explicó las causas más usuales. “Son niños y niñas con carencia afectiva y un bajo nivel de autoestima. Puede ser que en muchos casos hayan sufrido abusos durante sus primeros años de niñez o que también desean escapar de la cotidianidad y experimentar nuevas cosas. Lo más cercano a la realidad es que mientras no tengan otra opción de vida, no dejarán esta actividad. Para la mayoría, es su única opción”, señala la especialista.

Son variados los métodos que utilizan los criminales para contratar jóvenes. Las agencias de empleos funcionan como reclutadoras en muchas ocasiones o utilizan a otras muchachas del prostíbulo para que repartan volantes en la terminal de buses, boliches nocturnos o mercados. También publican anuncios de empleo en los diarios o hacen circular volantes en varios puntos de la ciudad. Otras redes van más allá. Ésas son las más peligrosas. Gran número de adolescentes vienen de provincias y viven casi esclavizadas en las mismas casas de masajes. Es en esos lugares donde descubren por primera vez los placeres de la carne, a manos de ‘clientes’ que sólo desean sexo. Además no hay horarios de trabajo, ya que deben estar disponibles a toda hora del día.

En el Plan Tres Mil hay un prostíbulo que atiende las 24 horas. Un martes es fácil encontrar a dos muchachas, dispuestas a atender a los clientes después de que la propietaria las despierte a punta de gritos y palmoteos. Allí se cobra Bs 50 por media hora de sexo. Las jóvenes, apenas despiertan, se muestran desarregladas, sin zapatos, sin peinarse y sin maquillaje. Como muchas en otros prostíbulos, ellas están esclavizadas, ya que no tienen derecho a renunciar y volver a sus hogares. Pero los casos más dramáticos se dan cuando son los mismos padres quienes deciden comerciar el cuerpo de las chicas. La ley es dura con los infractores, pero no son usuales las redadas.

En las casas de masaje las jóvenes sienten que viven en una gran familia, con la que comparten alegrías, desgracias y la misma actividad. Allí se dan apoyo las unas a las otras, aunque también son usuales las traiciones. “Una de mis compañeras me robó el celular hace tiempo. Debe ser por envidia”, explica Perla. “No nos engañemos”, dice Rocha. “Ellas no sienten placer. Con el tiempo adquieren la capacidad de abstraerse durante la relación sexual y escapan de la realidad. No dan afecto, sólo el cuerpo”, añade. Eso se constató en una casa de masajes ubicada en el segundo anillo. Un hombre de 70 años puede ingresar a un cuarto y tener relaciones con la joven sin haberle preguntado su nombre.

Para algunos el amor tiene su costo, pero esos minutos de placer vacío marcan la vida y el futuro de las jóvenes.

Catálogos para ‘vender’ chicas
La dinámica es la siguiente: el interesado marca el número telefónico y fija una hora y lugar para encontrarse con el proxeneta. No pasan más de 20 minutos para que el ‘cliente’ se encuentre frente a un libro negro con fotografías de todo tipo de mujeres, algunas que usualmente aparecen en canales de televisión o páginas de los diarios, y otras desconocidas. Sólo por tener el privilegio de observar las fotografías se debe pagar al menos Bs 100. Una vez cancelado este monto, el proxeneta inicia la explicación detallada.

“Esta chica cobra $us 100, esta otra 200 y la de acá 250. Si quiere las puedo llamar y en 15 minutos están acá. Para que vea que son chicas ‘bien’, le muestro esta tapa del periódico, vea, es reina de una comparsa”, dice el proxeneta-vendedor. Luego aclara que con estas señoritas no hay tiempo indefinido y que si el cliente lo desea puede salir a bailar, a cumpleaños, boliches o a cenas.

Pero el nivel de costos más alto es exclusivo. Algunas modelos reconocidas son ofertadas a precios de $us 600 a 1.200. Con ellas no se puede salir a pasear, sino que el servicio es exclusivamente sexual. “Usted me indica cuál quiere y para mañana se la consigo. Lo llamo y le indico en que hotel y habitación lo espera. Una vez allí le paga a la señorita”, dice el proxeneta, sin bajarse de su automóvil.

Las muchachas que se ofrecen en catálogos no son menores de edad, pero sí forman parte de otra red, más exclusiva, de prostitución. El negocio más antiguo de la historia tiene sus ‘cafishos’ famosos en Santa Cruz de la Sierra.

El problema de la reinserción social
Está claro que estas niñas y adolescentes son víctimas y no transgresoras de la ley. A pesar de esto, muchas veces las rescatadas deben pasar los días siguientes junto a delincuentes, en celdas y otros centros de detención. “Soy consciente de que eso no es correcto, pero el problema es que en Santa Cruz no contamos con centros de atención a las víctimas”, aclara la fiscal Marina Flores.

Esto dificulta todavía más el trabajo de reinserción social. Sucede que estas jóvenes no se ven como víctimas, sino que creen que ellas decidieron ejercer la prostitución sin que nadie las hubiese obligado. “Es difícil trabajar psicológicamente con ellas porque no están dispuestas a denunciar a los proxenetas, además algunas saben que si lo hacen se enfrentan a grandes amenazas”, dice la fiscal. Asegura que han sufrido un verdadero lavado cerebral. Karina Rocha explicó que muchas son reclutadas con la promesa de lograr grandes ingresos económicos y estabilidad. “Compran ropa o celulares y creen que vender el cuerpo para eso es algo normal, no ven que están sufriendo un abuso”, dice, y espera que pronto la Prefectura instale el centro necesario para la labor de trabajo postraumático.

Perla, por ejemplo, afirma que ella ingresó al negocio ‘por loca nomás’, pero que ha conocido a personas buenas que le dan regalos. “Un amigo me dio este celular, por eso tengo dos ahora. No es que me guste estar acá, pero ¿qué más voy a hacer? Nos tratan bien y se gana dinero”, aclara mientras observa el gran televisor que transmite escenas pornográficas.

Sanciones legales
Leyes de Trata y Tráfico de Personas y de Protección a víctimas de violencia contra la libertad sexual.
15 a 20 años de cárcel. Por tener acceso carnal, penetración vaginal o anal o introducir objetos con fines libidinosos a niñas menores a los 14 años.
2 a 6 años de cárcel. Por tener relaciones sexuales con adolescentes entre 14 y 18 años.
4 a 9 años de cárcel. Por promover o facilitar la prostitución de niños, niñas o adolescentes menores a los 18 años.
8 a 12 años de cárcel. Por inducir, realizar o favorecer el traslado o reclutamiento, la privación de libertad, el resguardo o recepción dentro o fuera de Bolivia, de niños, niñas o adolescentes menores a 18 años con el fin de explotarlos sexualmente.
3 a 6 años. Por involucrar o utilizar niños, niñas o adolescentes menores de 18 años en la promoción, producción, exhibición, comercialización o distribución de material pornográfico u otros espectáculos obscenos.
15 a 20 años de cárcel. Por realizar actos libidinosos sin acceso carnal o penetración con un niño, niña o adolescente menor de 14 años.

Rosa María Valencia
Defensora de la Niñez
Familia, medios y sociedad
Un problema de fondo es la carencia afectiva que sufren estas adolescentes. Al no encontrar objetivos para elaborar un proyecto de vida y al no lograr suprimir esa carencia de afecto, la adolescente se ve dentro de este mundo de prostitución, alcohol, drogas y maternidad.

Hemos constatado que existen grupos de personas que se dedican exclusivamente a este negocio e incluso son clanes familiares. Es que la trata y tráfico de personas menores para el comercio sexual puede ser un negocio tanto o más lucrativo que el narcotráfico. No son personas improvisadas, sino verdaderos criminales peligrosos. Respecto a las responsabilidades, no podemos decir que todos somos culpables.

Creo que en principio desde los medios de comunicación se induce a los adolescentes a creer que la carne y el cuerpo tienen precio. Vemos adolescentes desnudas, pintadas en las pantallas y en los diarios. Eso lo ven las muchachas desde sus hogares y desean ser como las modelos, tener ese cuerpo y mostrarlo. Entonces, hay que trabajar muchísimo con la familia. No puede ser que el mismo núcleo de nuestra sociedad no sepa proteger a los más indefensos. Hay muchos factores que influyen, pero el problema más profundo es la carencia de valores en nuestra sociedad. Le damos un valor equivocado a lo material, la familia no ejerce control sobre los adolescentes y en la escuela no se aborda con seriedad el tema de la educación sexual.

Esto ya no es un tabú para nadie. Creo que las instituciones que trabajamos en el área estamos obligadas a ahondar más nuestra labor en la parte preventiva.


Hay grupos de poder que protegen a los criminales
Crimen. La fiscal encargada de asuntos de abusos a menores no tiene teléfono en su oficina. Pide mayor presupuesto y más recursos para lograr mejores resultados. Espera lograr más arrestos

Marina Flores, la fiscal adscrita al abuso de menores, no se explica cómo es que a veces las investigaciones no llegan a terminar en arrestos. “Hacemos las pesquisas previas y preparamos el allanamiento. Sólo estamos enterados los fiscales y la policía. Pero a veces llegamos a la casa y los criminales escaparon con las jovencitas. Hay filtraciones de información. Hay grupos de poder que protegen a estas redes de tráfico y prostitución. Son personas profesionales con dinero y contactos”. Así la fiscal Marina Flores desnuda su preocupación al analizar la impunidad con la que trabajan la mayoría de los centros de masajes y sexo que reclutan a menores de 18 años para que comercien su cuerpo.

Después se semanas de investigación y a pesar de los problemas que se deben enfrentar (falta de teléfonos, presupuesto y automóvil), la policía y la fiscal se disponen a allanar algún local en el que se descubrió que trabajan menores. Pero los inconvenientes más poderosos son legales, ya que la ley no permite utilizar agentes encubiertos ni realizar allanamientos después de las 19:00, cuando los centros de prostitución trabajan con mayor frecuencia. “Eso debe cambiar pronto. Cuando se realizan investigaciones de narcotráfico se permite enviar un agente que ingrese a la organización criminal, pero en casos de sexo con adolescentes no se puede”, se queja Flores.

Varias investigaciones privadas han descubierto que estas redes criminales tienen contactos con ámbitos políticos, policiales y económicos. “Hay personas con poder detrás de ellos que los protege. Ahí está la impunidad”, explica Karina Rocha.

Aún así, las defensorías y la fiscalía continúan con su trabajo. Sólo hace falta una sospecha para que se decida enviar un investigador, que se encarga de vigilar el lugar, tomar apuntes y hablar con los vecinos. Una vez se hubiese reunido la información necesaria, se procede al allanamiento y al arresto de los responsables. Entonces los propietarios, clientes y adolescentes son sometidos a entrevistas y se procede a los juicios, aunque a veces los mismos jueces liberan a los criminales y luego éstos desaparecen, como parece que sucedió con la propietaria de ‘Sófocles’ (ver recuadro).

Las redes
Para denunciar a alguna red o casa sospechosa debe llamar al 3521921, interno 14 (oficina de Trata y Tráfico).
Matrona, Mamá Grande, Madame. Son los apodos que tiene la propietaria del local. Ella es la que cuida que las jóvenes no se escapen y está atenta a sus demandas. Adquiere el rol de ‘madre’ y por eso tiene la autoridad para castigar o premiar.
Cómplice. Generalmente es el esposo o concubino de la ‘madame’. Es copropietario y administrador del negocio y sólo se acerca a las jóvenes para mantener relaciones sexuales.
Seguridad. Son supuestos ‘amigos’ de los propietarios que mantienen relación de amistad con las jóvenes. En muchas ocasiones se aprovechan del estado de las jóvenes y las cortejan. Cuidan de ellas y están atentos a los clientes.
Reclutadores. Los hay de dos tipos. Pueden ser hombres que ‘seducen’ a jóvenes con la esperanza de un buen trabajo y dinero. También se utilizan a otras chicas para convencer a jovencitas.
Agentes municipales. Las jóvenes que trabajan en prostíbulos afirman que algunos agentes del municipio utilizan su cargo para tener sexo gratuito. Muchos cobran su ‘tajada’.

El caso de los billetes de Sófocles
Declaraciones de propietarios, clientes y una víctima
«Me dijeron que atienda y tenga relaciones»
Acta de allanamiento: a las 18:00 del 7 de abril de 2006 se procedió a allanar el local Sófocles y se encontró a una menor de 13 años que fue llevada a la ex PTJ. Se encontraron también fotos pornográficas. Se aprehendió a los dos propietarios y al cliente que estaba con la menor.
Declaración de un propietario
- ¿Qué relación tiene con la otra propietaria?
- Somos concubinos desde hace un año.
- ¿Es usted propietario del local?
- Somos propietarios con mi concubina.
- ¿Quién hizo el trámite para el funcionamiento de dicho local?
- Mi esposa.
- ¿Desde cuándo funciona Sófocles?
- Desde hace un año.
- ¿Quién contrata a las adolescentes?
- Mi mujer y yo a través de anuncios en el periódico y volantes.
- ¿Cómo es el sistema de cobros?
- Se cobra Bs 180 por hora. A la señorita se le paga el 50%.
- ¿Quién contrató a la niña?
- Mi mujer y yo. Ella llamó por el anuncio en el periódico. Le indiqué la dirección y ella vino. Eso fue ayer. Ella dijo que tenía 17 años y se le explicó el trabajo, que es sexo oral y vaginal. Ese rato empezó a trabajar.
- ¿Cómo evitan los embarazos?
- Cada cliente está obligado a usar preservativo.
- ¿Quiere añadir algo más?
- Sí. Algunas que trabajan son madres de familia y en otras propagandas se indica que recibimos señoritas con hijos porque tenemos un cuarto al fondo para que vivan ellos. Eso es todo.
Declaración de una propietaria
- ¿Quién es la propietaria del local?
- Yo, desde hace seis meses. La libreta de funcionamiento está a mi nombre.
- ¿Quién administra el local?
- Yo sola. (La imputada dijo que no deseaba dar más declaraciones)
Declaración del cliente (31 años)
- Explique qué hacía en el local cuando fue arrestado.
- Estaba conversando en la cama con una señorita. Me encontraba desnudo e igual la señorita.
- ¿Cuánto pagó?
- Bs 100 por media hora.
-Cuando conoció a la señorita, ¿ella le indicó que edad tenía?
- No pregunté la edad. Me mostraron tres señoritas y escogí a ella. Cuando estaba en la habitación pregunté su edad y ella dijo que cumplió 18. Yo le dije que no le creía, por su cara.
- ¿Tiene algo más que agregar?
- Sí. Recién iba a tener relaciones.
Declaración de la víctima de 13 años
- ¿De dónde eres?
- De Beni
- ¿Cómo llegaste a Santa Cruz?
- Mi abuela me trajo hace tres meses. Ayudaba en todo en casa, a preparar el almuerzo y pelar papa. Me trataba mal. A veces me echaba a las dos o tres de la mañana por trabajar tanto. Me salí porque no quería estar ahí.
- ¿Cómo llegaste al local?
- Por uno de esos billetes falsos
- ¿Qué te dijeron que ibas a hacer?
- Tenía que atender a los clientes, tomar con ellos, ir a las piezas y tener relación vaginal y no me acuerdo cuál es la otra, oral, creo.



martes, 10 de abril de 2007

Quien sabe...

¿Te importa mucho que dios exista?
¿te importa que una nebulosa te dibuje el destino?
¿que tus oraciones carezcan de interlocutor?
¿que el gran hacedor pueda ser el gran injusto?
¿que los torturadores puedan ser hijos de dios?
¿que haya que amar a dios sobre todas las cosas
y no sobre todos los prójimos y prójimas?
¿Has pensado que amar al dios intangible
suele producir un tangible sufrimiento
y que amar a un palpable cuerpo de muchacha
produce en cambio un placer casi infinito?
¿acaso creer en dios te borra del humano placer?
¿habrá dios sentido placer al crear a eva?
¿habrá adán sentido placer cuando inventó a dios?
¿acaso dios te ayuda cuando tu cuerpo sufre?
¿o no es ni siquiera una confiable anestesia?
¿te importa mucho que dios exista?
¿o no?
¿su no existencia sería para ti una catástrofe
más terrible que la muerte pura y dura?
¿te importará si te enteras que dios existe
pero está inmerso en el centro de la nada?
¿te importará que desde el centro de la nada
se ignore todo y en consecuencia nada cuente?
¿te importaría la presunción
de que si bien tú existes,
dios quién sabe?

Palabras escritas por el poeta uruguayo Mario Benedetti. No considero que niege la existencia de Dios. Lo único que hace es poner la duda sobre el tapete. "La duda es uno de los nombres de la inteligencia", dijo Jorge Luis Borges. Descartes, el padre de la ciencia moderna, consideraba a la duda como el motor inicial para cualquier emprendimiento o propuesta. "Yo no sé si dios existe, pero si existe, sé que no le va a molestar mi duda" afirmó en su momento el mismo Benedetti.

jueves, 29 de marzo de 2007

Un día en la vida de Noel Kempff



recuerdo. El 5 de septiembre de 1986, el investigador cruceño Noel Kempff Mercado fue asesinado en la serranía Huanchaca. Nadie sospechaba que las balas del narcotráfico ese día le quitarían la vida
recuerdo. Se lo recuerda como un hombre que dio su vida por embellecer Santa Cruz. El asesinato de Kempff, Cochamanidis y Parada hizo que la población repudie el narcotráfico. El caso no está resuelto


José Andrés Sánchez
Cuando despertó, Noel Kempff Mercado no se imaginaba que ése sería su último día de vida. Era el 5 de septiembre de 1986 y se encontraba en el campamento Los Fierros, junto a más de 20 expedicionarios bolivianos y españoles que preparaban la ascensión a la serranía Huanchaca. El calor intenso de la selva no los detendría. Esa tarde ellos debían trabajar en las investigaciones que habían preparado con un mes de anticipación.

Don Noel tenía la vitalidad de un veinteañero. A sus 62 años, este hombre que le dedicaba su vida a la naturaleza y a la conservación, no pensaba en el retiro. Es más, la expedición con el grupo español que representaba a la Estación Biológica de Doñana, le abriría las puertas para desarrollar nuevas investigaciones en el parque Huanchaca. No había descanso para el científico y padre de un hijo varón y de cuatro mujeres. “Era un hombre disciplinado. A las cinco de la mañana ya estaba despierto, duchado y desayunando”, recuerda su hijo Francisco Kempff, 20 años más tarde. “Algunos podrían decir que mi padre tenía un carácter fuerte. Pero él era un defensor de la naturaleza. Uno no puede defender algo con palabras bonitas. Hay que decir las cosas con convicción”, afirma Kempff.

Así habló don Noel esa mañana, cuando insistió en partir junto al primer grupo rumbo a la serranía, a pesar de las observaciones de sus compañeros. Días antes, los expedicionarios trataron de escalar la serranía a pie, pero el terreno inestable, el numeroso equipo de trabajo y el esfuerzo que suponía para ‘el profesor’ los hizo desistir. Decidieron alquilar una avioneta y esperar. El fotógrafo Willy Kenning pasó esos días junto a Kempff. “Mi trabajo era sacar fotos, pero también hice de chofer y otras cosas. En general, el ambiente era agradable”, recuerda, y describe al grupo como un conjunto de jóvenes tranquilos. “Unos iban a sacar fotitos a los pájaros y otros recolectaban hormigas”, añade. Así pasaron los días en el campamento, entre charlas, café y fogatas. Se contaron historias y compartieron anécdotas. Nadie podía imaginar que los sucesos venideros serían trágicos.

Cuando era director de Parques y Jardines del municipio, Noel Kempff se encargó de la arborización del primer anillo y del centro de la ciudad. No sólo plantó nuevos árboles, sino que se encargó de salvar otros. “El hecho de que tengamos una ciudad relativamente verde se lo debemos a Noel Kempff. Incluso esas aceras levantadas por las raíces de los árboles tienen su firma, ya que él plantó esos framboyanes”, relata Roberto Unterladstaetter, presidente de la Fundación Noel Kempff.

A las 10:30 llegó la avioneta a Huanchaca. Desde la altura, el guía Franklin Parada, el español Vicente Castelló, Noel Kempff y el piloto Juan Cochamanidis distinguieron unas carpas y una pista de aterrizaje. A pesar de la desconfianza del español, resolvieron utilizar la pista para descender. Una mala decisión.

Minutos después, con los motores apagados, Cochamanidis y Parada se dirigieron hacia el campamento misterioso, mientras que los científicos esperaban. “Fueron dos y ahora vienen cuatro”, le dijo Kempff a Castelló. Esos otros dos hombres cargaban metralletas, hablaban portugués y estaban nerviosos. Todo sucedió en cuestión de segundos. El primero en caer fue Parada. “No hagan eso”, dijo Kempff y como respuesta recibió una lluvia de balas. Castelló y Cochamanidis corrieron hacia la selva. Sólo el científico español pudo esquivar las balas.

“El día que partió papá no pudo despedirse. Eso fue muy raro”, relata Francisco Kempff. El hijo recuerda con nostalgia el entusiasmo que mostraba su padre antes de partir en la expedición y atesora los regalos que recibió de sus manos. “Aún cuido la orquídea que me dio para mi cumpleaños”.

Noel Kempff, ‘el profesor’, se fue rodeado de sus pasiones, la selva, el aire puro y el canto de las aves, y dejó un legado que se puede apreciar en los colores de los tajibos que florecen en septiembre.

Del ‘glamour narco’ a la censura social
El asesinato de Noel Kempff, Franklin Parada y Juan Cochamanidis provocó una crisis social en Santa Cruz de la Sierra. Hasta septiembre de 1986, cualquier ‘pichicatero’ era visto como personaje exótico, vistoso y hasta respetable. Era usual que se pasearan por la ciudad en automóviles último modelo o que organicen fiestas suntuosas para sus hijas de 15 años. Cuando llegaba el momento de la fotografía ‘socialera’, muchos se peleaban un lugar junto al narcotraficante.

Pero las cosas cambiaron a partir de ese triple asesinato que conmocionó a la sociedad. Las instituciones cruceñas emitieron comunicados públicos en los que rechazaban esa actividad ilícita, los medios iniciaron una campaña para presionar al Gobierno sobre la erradicación de fábricas de cocaína y la población cruceña dijo basta con una marcha multitudinaria contra la fabricación y tráfico de drogas.

“Es lo único positivo que nos ha dejado la muerte de papá”, aclara Francisco Kempff. “Por lo menos ahora todos esos corruptos cargan la censura social encima y tienen que andar escondidos”, afirma.

Los rumores, el rescate y la fábrica de droga
El fotógrafo Willy Kenning partió el miércoles tres de septiembre hacia Santa Cruz de la Sierra. Fueron dos días de viaje desde el aserradero Moira hasta la ciudad. Cuando se encontró con sus padres, reconoció en ellos la cara del alivio. “Mis familiares pensaban que yo seguía en Huanchaca. Ellos ya sabían que la avioneta había desaparecido”, recuerda Kenning 20 años más tarde.

Ese viernes, a las 17:30, llegó a Santa Cruz el primer informe desde Moira. Decía que la avioneta no había regresado al aserradero para recoger al segundo grupo expedicionario. Al día siguiente partió otra nave desde Santa Cruz de la Sierra hacia Huanchaca. El piloto Mario Áñez divisó la pista de aterrizaje e informó a aquellos que estaban conectados a la radio. Francisco Kempff se encontraba en Santa Cruz y escuchaba atento el relato de Áñez. “El piloto vio una avioneta quemada y tres personas que caminaban entre la maleza. Dos escondidos y otro más lejos, saludando”, recuerda el hijo del científico.

Vicente Castelló era una de esas personas. Había permanecido más de 14 horas escondido entre arbustos sin hacer un movimiento. Luego, al amanecer del sábado, decidió salir a la pista para buscar a sus compañeros de viaje. Allí vio la avioneta quemada y reconoció los cuerpos del profesor Noel Kempff y de Juan Cochamanidis. Supo que debía escapar lo antes posible. Las otras personas eran los asesinos que, al parecer, esperaban que la nave aterrice para luego atacarla. Pero no contaban con la presencia de Castelló. El español corrió hacia la avioneta y cuando subió le dijo al piloto: “los otros están muertos. Tenemos que irnos”. Despegaron y dejaron atrás a los brasileños que esperaban con las metralletas. “Tenemos a un sobreviviente. Los demás fueron asesinados”, dijo Áñez por radio. Entonces Francisco Kempff preguntó: “¿quién está a salvo?” “El español”, le respondieron.

Los cuerpos de Kempff y Cochamanidis tuvieron que esperar hasta el lunes para ser recogidos. Julio Kempff, Marcelo del Río y Carlos Vaca Díez llegaron a Huanchaca minutos después que las fuerzas de Umopar. Además de la pista, se descubrió una fábrica de cocaína de proporciones asombrosas. “Había más de 700 turriles llenos que luego desaparecieron”, recuerda Del Río. El cuerpo torturado y baleado del guía Franklin Parada fue descubierto el 29 de septiembre.

Una vida de color verde
Noel Kempff Mercado nació en Santa Cruz de la Sierra el 27 de febrero de 1924. Desde su niñez mostró curiosidad por la naturaleza. Tomó cursos de Ciencias Económicas en la Universidad Gabriel René Moreno y obtuvo el título de técnico apicultor en la Universidad de São Paulo (Brasil). En sus primeras publicaciones abordó temáticas geológicas. Entre 1955 y 1980 se dedicó al estudio de las abejas y la producción de miel. Publicó libros sobre reptiles, flora apícola, fauna amazónica y grabó cantos de aves de la selva.

Fue presidente de la Asociación Apícola de Bolivia, catedrático en la UAGRM, proyectista y director del Jardín Botánico y del Zoológico y director de Parques y Jardines del municipio.

Roberto Unterladstaetter
® Presidente de la FNK
“Un hombre único en su especie”
Cuando conocí a Noel Kempff, él ya era un hombre adulto y respetado. Yo me presenté como un joven agrónomo que enseñaba en la universidad. Fue antes de la riada de 1983, en el ex Jardín Botánico. Yo había escuchado comentarios sobre Noel y conocía su trabajo. Pero fue gracias a ese encuentro que se inició mi relación profesional. Recuerdo a don Noel como una persona ‘sui géneris’ (único en su especie). Su curiosidad lo motivó a investigar de forma empírica, como amante de la naturaleza. Lo acompañé algunas veces al campo y allí pude descubrir sus peculiaridades científicas. Me llamaba la atención la relación que mantenía con la naturaleza. Él la entendía a la perfección, aunque no había estudiado. En esa época no se hablaba de ecología en Santa Cruz, pero este hombre intuía que era necesario respetar el medio. Se interesaba por la relación hombre-ambiente para no depredar el medio. Ojo: no era un conservacionista a ultranza. Hablaba de aprovechar los recursos naturales en una medida sustentable. Ya conocía los conceptos del desarrollo sostenible sin haberlo estudiado. El gran mérito de don Noel fue sentir a la naturaleza e intuir las necesidades humanas en el ambiente. Creo que aún no se le ha rendido el homenaje que se merece. Noel Kempff luchó por la conservación de los recursos y ahora no se siguen esos valores.

Huanchaca resumido
A continuación, extractos de los documentos escritos por la comisión mixta especial investigadora del ‘Caso Huanchaca’
- Mayo de 1986
El director departamental de sustancias peligrosas, Cnel. Honorio Martínez, recibe la denuncia de movimientos extraños en la serranía de Huanchaca y la posible existencia de una fábrica de cocaína.
- Julio
Llegan seis helicópteros y 160 efectivos del Ejército estadounidense para ‘prestar su apoyo a la lucha contra el narcotráfico’. Sobrevuelan la zona en reiteradas ocasiones pero según informes ‘todos los intentos de aterrizaje fallaron debido a inconvenientes técnicos o climáticos’.
- 5 de septiembre
Noel Kempff Mercado, Franklin Parada y Juan Cochamanidis son asesinados en Huanchaca.
- 7 de septiembre
Llegan efectivos de Umopar a la zona, junto a avionetas privadas, para recoger los cuerpos. Se descubre una fábrica de cocaína.
- 27 de octubre
La comisión investigadora presenta un documento en el que afirma que los asesinatos fueron el resultado de la presencia de narcotraficantes, que hubo negligente actuación de los organismos policiales responsables de la lucha contra el narcotráfico, que la intervención de las tropas norteamericanas fue irregular y perjudicial, y que los funcionarios de la DEA eran indirectamente responsables por el triple asesinato.
El Congreso censuró al ministro del Interior, Fernando Barthelemí, y la comisión recomendó la expulsión de esas tropas estadounidenses.
- 12 de junio de 1993
Se informó que los ciudadanos brasileños Antonio Costa y Almiro de Souza fueron descubiertos y arrestados. Ambos confesaron ser los autores materiales del triple asesinato. Hasta el momento no se ha descubierto a los propietarios de la fábrica.

El legado de Noel Kempff vive en Santa Cruz
recuerdo. Noel Kempff ideó y creó el primer Jardín Botánico, el parque zoológico y arborizó parques y jardines de la ciudad. La fundación que lleva su nombre desea continuar con el trabajo de ‘el profesor’

Dejó dos obras pendientes: el Gran Parque Urbano y el nuevo Jardín Botánico

El gran sueño de Noel Kempff era ver a Santa Cruz de la Sierra vestida de verde. El científico, apasionado por la naturaleza, trabajó e investigó sin descanso con el objetivo de embellecer su ciudad y despertar el sentido conservacionista en la población. Su legado respira en los jardines y parques del centro y primer anillo.

En 1965 fue nombrado Proyectista y Director del Jardín Botánico de Santa Cruz de la Sierra, espacio que desapareció en 1983 con la riada del río Piraí. Durante años trabajó por el desarrollo de este espacio, que mostraba la riqueza natural del oriente boliviano. Luego, ya como Director de Parques y Jardines del Municipio, se encargó de arborizar la ciudad con tajibos, ceibas, jacarandás, motoyoes y otros árboles que ahora se muestran orgullosos en la jardinera del primer anillo. “Fue un defensor de la conservación y la naturaleza. Sus convicciones profundas hicieron que se convierta en una autoridad en temas de naturaleza”, afirma Lorena Kempff, hija del científico y directora de la Fundación Noel Kempff.

En 1979 cumplió otro de sus grandes deseos: inaugurar el Zoológico de Fauna Sudamericana. La colección inicial contenía 20 especies y 150 especímenes. Con este logro, Noel Kempff le regaló a Santa Cruz uno de los espacios naturales más prestigiosos de la época. Además gestionó la creación de los parques Amboró y Huanchaca. En este último fue asesinado en 1986. En honor a Kempff, el congreso decidió darle un nuevo nombre al parque, que desde octubre de ese año se llama Noel Kempff Mercado. “El profesor decía que Huanchaca era uno de los pulmones del mundo”, recuerda su hija Lorena.

Su trágico final truncó muchos proyectos. Según explicó Lorena Kempff, el profesor dejó dos obras pendientes para el futuro: el Gran Parque Urbano, que estaba proyectado como un espacio natural con fauna del Oriente boliviano y museos; y el nuevo Jardín Botánico.

A Noel Kempff no sólo se lo recuerda como una víctima del narcotráfico, sino también porque sin su trabajo, Santa Cruz no sería la ciudad verde que conocemos.

Una fundación que desea continuar con el trabajo
Hace tres años nació la Fundación Noel Kempff Mercado, presidida por Roberto Unterladstaetter y dirigida por Lorena Kempff, hija del científico cruceño. Desde un principio, esta institución trabaja con el objetivo de velar por la conservación y el desarrollo de las obras que dejó ‘el profesor’.

“Personalmente, ésta era una deuda con mi padre”, afirma Lorena. “Queremos identificar las obras que necesita nuestra consulta urgente”, aclara.

Los trabajos de la fundación están abocados, por el momento, al Jardín Botánico y al Zoológico Municipal. Ambas instituciones necesitan rediseño y más recursos para mejorar sus servicios y mantener el patrimonio.

Kempff explicó que la fundación que dirige no se encarga de la administración de estos espacios. “Nosotros nos limitamos a velar por el patrimonio intangible que dejó Noel Kempff”, dice. Este cuidado se extiende al Parque Nacional Noel Kempff Mercado y al Museo de Historia Natural.

En su afán por proteger la fauna boliviana, esta fundación ha impulsado la Red Boliviana de Combate al Tráfico de Animales Silvestres (Reboctas).

Las tres personas que trabajan en las oficinas y los técnicos tienen la convicción de mantener el sentido conservacionista que dejó Noel Kempff. Un equipo que trabaja por la flora y fauna del país.