Cómo el sueño migratorio muere antes del viaje
Engaño. Las agencias de viajes clandestinas ofrecen de todo para irse a España: pasajes al doble del precio, certificados de salud y cartas de invitación falsas. Aseguran que sus métodos son “ciento por ciento seguros”.
Engaño. La legislación no ofrece los mecanismos para que los afectados alcancen justicia. Las instituciones turísticas luchan con poco éxito por identificar y hacer clausurar las agencias ilegales.
“Salimos a España. Somos cinco y tenemos un pasaje para usted. Llámenos”
José Andrés Sánchez
El agente de migración revisó los papeles de Marisol y le preguntó: “¿A qué vienes a España?” Ella le respondió con la frase que tenía preparada en ese caso: “Mis padres me regalaron el viaje por mis buenas notas en la universidad. Estoy de vacaciones”. Entonces el amable agente le pidió que espere en una esquina. Allí se encontraban más de cien ciudadanos bolivianos que no lograron atravesar la gran puerta que separa a los ‘bienvenidos’ de los ‘rechazados’. Los deportados.
Engaño. Las agencias de viajes clandestinas ofrecen de todo para irse a España: pasajes al doble del precio, certificados de salud y cartas de invitación falsas. Aseguran que sus métodos son “ciento por ciento seguros”.
Engaño. La legislación no ofrece los mecanismos para que los afectados alcancen justicia. Las instituciones turísticas luchan con poco éxito por identificar y hacer clausurar las agencias ilegales.
“Salimos a España. Somos cinco y tenemos un pasaje para usted. Llámenos”
José Andrés Sánchez
El agente de migración revisó los papeles de Marisol y le preguntó: “¿A qué vienes a España?” Ella le respondió con la frase que tenía preparada en ese caso: “Mis padres me regalaron el viaje por mis buenas notas en la universidad. Estoy de vacaciones”. Entonces el amable agente le pidió que espere en una esquina. Allí se encontraban más de cien ciudadanos bolivianos que no lograron atravesar la gran puerta que separa a los ‘bienvenidos’ de los ‘rechazados’. Los deportados.
Lo que Marisol Mendoza no sabía era que su suerte estaba echada desde semanas antes que realice su viaje. El día que hasta su casa llegó una ‘vieja amiga’ de la familia para hablarles del sueño español, del bienestar económico y del futuro próspero. Desde esa visita comenzó la estafa.
No es difícil encontrarse con supuestas agencias de viajes que ofrecen métodos seguros para ingresar a España. Los avisos comerciales se encuentran en los diarios, en publicidades radiales o en la televisión. Sólo basta con tomar un teléfono y realizar la llamada.
EL DEBER llegó a contactarse con una de estas empresas ‘truchas’. “Salimos a España. Somos cinco y tenemos un pasaje para usted. Llámenos”, decía la publicidad de ‘Kerleytours’. El método es el siguiente: una persona contesta el teléfono e indica una dirección inexistente. Cuando el cliente llama de nuevo para reclamar, la persona de la ‘agencia’ le da una nueva dirección. Los estafadores aprovechan el tiempo para armar una oficina ficticia.
La oficina está casi vacía. Allí sólo se encuentran un escritorio, una computadora y el propietario del negocio. Entonces empieza la charla: “Yo le garantizo que va a entrar a España sin problemas. No necesita carta de invitación ni permiso de la embajada. Sólo pague el pasaje y nosotros nos encargamos de los trámites. Si quiere, puedo conseguirle una carta de un hospital español que certifique que usted va para hacerse una operación. Ese servicio es un poco más caro”, dice el hombre mientras muestra los pasajes, pasaportes y certificados de vacunación contra la fiebre amarilla.
Con uno de estos estafadores se encontró Nicolás, un mecánico de 46 años, soltero y habitante de la Villa Primero de Mayo. “Nunca me imaginé que estaba siendo engañado. Reuní dinero y pagué sin pensarlo dos veces. Esperaba que mi experiencia como mecánico me ayude a conseguir buen trabajo en España”, recuerda ahora, cuatro meses después de ser inadmitido.
Nicolás pagó $us 1,600 por un pasaje que cuesta alrededor de $us 1,200 y añadió $us 500 para comprar una carta de invitación falsa. El dinero lo consiguió con la venta de su auto, un Toyota Corolla ‘transformer’. También le ayudó haber vendido sus muebles, algo de ropa y adornos. “Por suerte no tengo deudas, pero ahora nada me pertenece”, se lamenta el hombre que durmió una noche en el aeropuerto de Barajas y tuvo que retornar a su viejo trabajo en un taller del segundo anillo de Santa Cruz de la Sierra. Ya desistió de su búsqueda de aquel hombre ‘educado y amable’ que le vendió el pasaje y los documentos y que le había asegurado que iba a ingresar a España sin problemas.
Estas falsas agencias también ofrecen trabajo seguro, alojamiento en el hogar de un amigo del propietario y sueldos mayores a los 700 euros ($us 920). Manejan métodos de ingreso que detallan a los clientes. “Prefiero separar a las parejas para no despertar sospechas”, aclaró el propietario de la agencia ‘trucha’. “Padre y madre no deben viajar juntos. Cada uno por su lado. Tampoco es bueno enviar personas en vuelos de líneas nacionales. Hay que tratar de ‘meterlos’ en aviones peruanos, chilenos o estadounidenses. Al fin y al cabo todo es cuestión de suerte. Pero una cosa es clara. Si sos moreno, lo más seguro es que no te dejen entrar”, dijo. Así dejó claro que ingresar a España es una ruleta rusa en la que el color negro usualmente no sale ganador.
Marisol vivió otro tipo de estafa. La agencia que la atendió tiene oficina y cartel que se ve desde la calle, pero no está afiliada a la Asociación Boliviana de Agencias de Viajes y Turismo (Abavyt). La empresa le aseguró que iba a ingresar a España, pero no cumplió con uno de los requisitos: reservar el hotel. Además, los padres de la estudiante de 21 años invirtieron $us 2.000 que se prestaron de familiares.
El día de su viaje, Marisol no estaba nerviosa. Ella confiaba en que iba a entrar sin problemas, que se iba a contactar con amigos de la agencia y que iba a conseguir trabajo en el rubro prometido: la limpieza. “Hasta me hicieron ir al salón de belleza y ese mismo día me dieron una clase para que aprenda a llenar los formularios de migración”, recuerda. Su viaje fue el 21 de octubre. Dos días después estaba de regreso en su tierra natal. En el aeropuerto de Barajas fue atendida en dos ocasiones por abogados y durmió junto a más de un centenar de personas en un piso vacío. Hasta el último segundo estaba segura que las autoridades españolas decían la verdad al afirmarle: “no se preocupe, es cuestión de tiempo”.
Al día siguiente del viaje, la madre de Marisol recibió una llamada telefónica. “Mi hija me dijo que tenía problemas con los papeles y que la iban a deportar”, recuerda Nicolasa. Entonces esta mujer inició su peregrinaje en búsqueda de la verdad. Visitó diferentes agencias para observar el trato que daban a sus clientes, se entrevistó con abogados y con otras personas que se preparaban para viajar a España y sentó una denuncia contra la agencia en la Asamblea de Derechos Humanos. Poco a poco descubrió que la mujer que convenció a su hija recibe una ‘tajada’ de las ganancias por los viajes; que el hombre que acompañó a Marisol y que ingresó sin problemas era en realidad un pariente del propietario de la agencia y que había pagado de más por el pasaje. Pero todos sus esfuerzos por denunciar el hecho se fueron por la borda cuando cayó en cuenta de que estaba sola en la lucha. “No se puede hacer nada contra estas personas. Tienen dinero y uno debe ocuparse de pagar las deudas. Preferí dejar todo en el olvido y trabajar más duro”, dice.
Existen casos distintos de los deportados, pero todos tienen algo en común: desean mantener el anonimato y no posar para fotografías. Las razones son diversas. Puede ser por vergüenza o por temor a las agencias o estafadores. Betty Pinto, funcionaria de la Defensoría del Pueblo, explicó que los ‘traficantes’ de personas generalmente son individuos que forman parte de alguna red internacional de criminales. “Por eso es importante ser prudente en el uso de la identificación de migrantes”, afirmó.
En muchos casos, explicó Pinto, las cartas de invitación que llevan los bolivianos son fraguadas y no escapan a los ojos de los agentes españoles. “Los estafadores sólo quieren cobrar el dinero y las agencias de viaje no tienen ningún control legal. Pueden prometer de todo, pero de ningún modo garantizar la llegada del migrante. Además, el Estado aún no cuenta con instancias públicas que presten apoyo psicológico para estos casos de frustración colectiva, fraude y engaño”, aclaró.
Marisol y su madre ahora tienen las ideas claras. ¿Por qué decidió enviar a su hija a España? “No lo sé. Sólo vimos la oportunidad y nos animamos sin pensarlo dos veces”, reflexiona Nicolasa. “No me importa el dinero perdido. Soy trabajadora y lo recuperaré con mi pensión. Pero algo he perdido, y es la confianza en las personas”.
La ‘movida’ de las
agencias mentirosas
Cartas fraguadas. Ofrecen cartas de invitación a un costo de $us 500. Generalmente entregan cartas ‘clonadas’, con direcciones inexistentes.
Pasajes. Cobran entre $us 1,600 y 2,000 por el viaje. Un vuelo normal cuesta entre $us 1,200 y 1,300, según la temporada.
Salud. Para viajar a España es necesario presentar un certificado de vacuna contra la fiebre amarilla. Algunas agencias lo ofrecen a Bs 60, sin pasar por la revisión médica.
Hospitales. Conseguir una carta de un hospital que testifique que la persona va a operarse cuesta alrededor de $us 200. Generalmente este documento también es falso.
Trabajos. Las agencias realizan reservas en hoteles pero recomiendan no ir a ellos. Algunas ofrecen ‘casas’ donde los migrantes serán alojados indefinidamente y allí se les conseguirá trabajo.
Sólo 50 agencias legales
La Asociación Boliviana de Agencias de Viajes y Turismo (Abavyt) se esfuerza por mantener en alto la imagen de los agentes de viaje en Santa Cruz de la Sierra. “Tenemos el deber de velar porque nuestros compatriotas no sean engañados en su buena fe”, declaró la presidenta de la institución, Leslie Cronenbold.
Abavyt es consciente de que existen empresas turísticas que no trabajan dentro de los marcos legales. “Hay cientos de ellas”, dice Cronenbold. Hasta ahora se ha logrado que decenas sean clausuradas, pero identificar a las clandestinas es muy complicado. Por ahora, Abavyt ha contratado mensajeros que visitan Migración y ONAMFA para explicar a las personas los pasos que deben seguir para gestionar visas, indicarles cuáles son las 50 agencias acreditadas para trabajar y advertirles sobre los estafadores.
Queda claro que esta institución y la Unidad de Turismo de la Prefectura tienen las manos casi atadas, por la ausencia de una legislación que controle y castigue con fuerza a los estafadores.
También está claro que muchos deportados se rehúsan a denunciar los hechos. En la Defensoría del Pueblo de Santa Cruz no hay casos, mientras que en Derechos Humanos apenas hay dos registrados este año. Abavyt maneja cientos, pero los afectados no suelen seguir los procesos hasta el final. “La gran mayoría desea volver al país, por eso es que desisten de su búsqueda de justicia”, aclaró Betty Pinto, responsable de seguir las denuncias de la Defensoría del Pueblo.
La publicidad que miente
Fernando Álvarez - Abogado
La constante y creciente migración de miles de bolivianos parece haberse convertido en el negocio perfecto de muchas agencias de viaje. En muchos casos, algunas empresas recurren a la publicidad engañosa para captar clientes. En términos comunes, la publicidad engañosa implica un ‘artificio’ al momento de ofertar un producto o servicio. En este sentido, podría asumirse como publicidad engañosa aquella cuya intención se basa en confundir al receptor, con el fin de ocultarle ciertos elementos perjudiciales del producto. La publicidad engañosa puede verse descubierta ante la concurrencia de alguno de estos tres mecanismos: a) la simple exposición de la publicidad, donde se evidencia de manera obvia el engaño; b) La omisión de determinadas características que resultan esenciales para conocer el producto y c) aseveraciones que conduzcan al engaño o a incurrir en el error por parte del destinatario. De esta manera, queda claro que la publicidad engañosa no es sólo aquella que utiliza la mentira, sino también la que cuenta "verdades a medias". En este sentido, una frase como "Tenemos un método infalible para su viaje a Europa", o un eslogan como "viaje a España, 100% efectivos", pueden ser considerados como publicidad engañosa. Resulta esencial para el pasajero saber si el trabajo de la agencia concluye antes o después de caminar por el vía crucis de Migración o que no está en manos de la agencia el "derecho de admisión" del pasajero. La legislación boliviana ha quedado retrasada y resulta insuficiente al momento de sancionar a quienes incurren en estas actividades. Existe una norma a nivel municipal, pero queda restringida al ámbito de su jurisdicción. Necesitamos mejorar nuestro ordenamiento jurídico y promulgar normas que protejan los derechos de los consumidores. Debemos definir los criterios para identificar una publicidad engañosa, las restricciones que tendrían quienes publiciten y el mecanismo de protección para los clientes. Su implementación otorgaría seguridad jurídica a los consumidores y a los competidores que operan de manera correcta en el mercado. Por esta razón, es necesario aprovechar esta coyuntura humillante que sufren nuestros compatriotas y ampliar el problema de la publicidad engañosa a todas las esferas del comercio.
Desde la defensoría del pueblo
Promesas: Existen redes de traficantes que se ocupan de captar gente para trasladarla con falsas promesas.
Maltrato: La emigración en condiciones de irregularidad facilita la explotación y el tráfico.
Comunidad: La gente desconoce que España es parte de la Unión Europea y cualquier infracción en un país de la Unión le hace indeseable en el resto.
Indeseados: Cuando los deportan, lo que no pueden superar es que se les prohiba el ingreso a otros países de la Unión.
Insistentes: La mayoría de los que fueron a España y luego fueron deportados, intentarán viajar de nuevo porque algún traficante le ofertó que "llegará sin problemas"
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