miércoles, 13 de junio de 2007

A pesar de todo lo que deseo pensar, de todo lo que deseo creer

La bondad no está dentro de la naturaleza del ser humano. La bondad es algo que se debe practicar. Es muy difícil de alcanzar y fácil de perder. La bondad no es parte de la naturaleza humana porque el ser humano no es bondadoso por naturaleza.

El humano es mezquino, orgulloso, rencoroso, vengativo, egoísta. El humano no es dadivoso, humilde, amoroso, magnánimo y pluralista. Por eso una persona que reúna estas cualidades resalta entre las demás.

Por supuesto que estoy solo. Así me siento… solo. Me refiero a la soledad del desamor… a no tenerlo más. Perdí aquello que me daba razones para respirar. Lo perdí y ahora trato de encontrarme a mí mismo. La vida es una pérdida tras otra. La vida es una recolección de heridas que no sanan.

¿Creés en el karma? Si existe entonces no es justo lo que me sucede. ¿Qué hice mal?, me pregunto tantas veces. No hay respuestas. No hay razones. Sólo dolor y una desazón que sólo yo conozco.

martes, 12 de junio de 2007

ABASTO DESDE DENTRO

(Hacer click sobre la imagen para agrandarla)


10 mil personas hacen andar al Abasto cada día

Labores. No hay descanso. Las 24 horas del día se ve el movimiento

José Andrés Sánchez
La virgen de Urkupiña lo observa todo desde la esquina del bloque 'E'. Ella es testigo de que en el mercado Abasto no hay descanso. Durante todo el día y a cada minuto alguien se acerca a la imagen y con un corto rezo hace entrega de su jornada laboral a la virgen, iluminada por tres focos de 60 watts. Comisarios, cargadores, carretilleros, comerciantes, dirigentes de asociaciones, vendedores, revendedores, barrenderos y encargados de seguridad. Al mediodía, a la medianoche o en la madrugada. Miles desfilan frente a la figura ubicada debajo del gran tinglado del mercado, al lado de las gradas para subir a los baños y a las oficinas de la comisaría.

"Este mercado es un mundo". Así lo describe Juan Carlos Rodríguez, presidente de la Cooperativa 2 de Junio, la institución creada en 1990 y propietaria de ese Abasto. Para que se entienda: en realidad hay tres mercados Abasto. Uno es el 2 de Junio, privado y manejado por una cooperativa. El que está al lado es el mercado Campesino o Municipal, que es administrado por 15 asociaciones poco abiertas al diálogo y conflictivas. Por último está el mercado Abasto Sur, propiedad del Banco Económico. Estas tres entidades conforman una máquina de abastecimiento que no se detiene, salvo en la jornada mensual de limpieza general.

A las 03:00 del lunes 28 de mayo, los hermanos Florencio y Candelaria Macías esperan la llegada del camión con yuca, procedente de El Torno. Hace 25 años que su jornada laboral se inicia día a día de esta manera. El camión se parquea frente al estacionamiento del mercado campesino y los Macías, junto a una veintena de vendedores, se acercan al conductor para negociar los precios del producto. Hay dos maneras de hacer 'negocios' en el mercado. Por un lado, algunos revendedores trabajan exclusivamente con los productores y así se reservan con anticipación la llegada del producto. Otros revendedores esperan la llegada de los camiones para 'regatear' los precios.

Mientras esto sucede, los 'estibadores' comienzan la descarga de las bolsas, una a una, y las apilan frente al automóvil.

Juan Ibore es cargador desde hace 38 años. Hasta la semana pasada estuvo en cama, pero ahora que se siente mejor retorna al trabajo, que le paga Bs 0,50 por bolsa cargada. "Creo que estaba resfriado, además que 'arrojaba' sangre cuando tosía", dice.

Sólo en el mercado campesino hay más de siete asociaciones de carretilleros y cargadores. Cuatro de ellas (4 de Junio, Asoproca y 25 de Mayo) reúnen a más de 4 mil afiliados.

Una vez culminan los negocios en el parqueo, los cargadores llevan las bolsas hasta las balanzas, dentro del mercado. Allí se anotan los pesos para que luego los carretilleros lleven el producto hasta la venta. A esa hora, los carretilleros se mueven como hormigas y gritan 'permiso' para apartar a la gente del camino.

A la misma hora, pero en otro lado del mercado, se inician las 'subastas' de verduras y cebollas. Los personajes centrales son los comerciantes, que discuten precios y apuran a los carretilleros y cargadores. En el mercado 2 de Junio hay 480 afiliados a la cooperativa con puestos de venta. Cada uno de ellos pagó $us 250 para asociarse a la cooperativa y conseguir un puesto de venta.
El Abasto Sur tiene poco más de 200 vendedores y es el más pequeño de los dos. ¿La razón? Para comprar un puesto allí, hay que pagar entre $us 6 mil y 7 mil al banco.

Las 15 asociaciones del mercado campesino no cuentan con registro exacto de todos los afiliados, pero el comisario de ese mercado Ryder Chávez, estima que hay más de 10 mil personas trabajando día a día en ese centro de abastecimiento.

Cada asociación tiene sus oficinas en el mercado campesino. ASPROA es una de ellas. Su vicepresidente, Félix Murillo explicó que sus 1.200 afiliados cumplen trabajos por turnos y que distribuyen sus productos a otros mercados distritales. ¿Qué hacer para pertenecer a la asociación? Se debe pagar Bs. 1 al día para los gastos de la oficina, la limpieza y el serenazgo.

Algunos de los guardias de seguridad llevan armas, otros laques y todos tienen handys para comunicarse. Juan es uno de los guardias privados que trabaja en las noches para la cooperativa 2 de Junio. Jorge lo hace para el mercado campesino. "Aquí por suerte no tenemos problemas. Como todo el día hay gente trabajando, los mismos comerciantes se encargan de identificar a los maleantes. Las horas más seguras, de hecho, son las de la madrugada", dice Juan.

Las comisarías, en cambio, son mantenidas por el municipio. En el mercado Abasto 2 de Junio trabajan dos inspectores y cinco gendarmes. El mercado campesino cuenta con el mismo número de trabajadores.

Poco a poco empieza a asomar el sol sobre la ciudad. Entonces decae la intensidad del movimiento. Los comerciantes están listos para recibir a los clientes. Al llegar la medianoche despertará el frenesí nuevamente.

Detalles
- Las verduras y los pollos que se consiguen en el Abasto de la cooperativa 2 de junio llegan desde la zona de los valles: Los Negros y Mairana. Las frutas vienen directo desde Chapare, en el Trópico Cochabambino
- En el mercado Abasto de la cooperativa 2 de junio hay diversos rubros: carne, papa, tomate, bazar, verduras, plantas, quesos, cereales y restaurantes. Cada uno tiene alrededor de 40 socios y supervisores de calidad.
- Los camiones que llegan al mercado deben pagar Bs 2 para tener derecho de ingreso al parqueo. Una vez allí abren sus puertas traseras y muestran las verduras y frutas. Se calcula que arriban cada día más de 500 camiones.
- Las asociaciones no sólo se dedican a los horarios de trabajo. Muchas organizan torneos de fútbol entre sus asociados y luego los ganadores compiten en otro torneo ínter asociaciones. Las copas se exhiben en las oficinas.
- Los dirigentes de asociaciones son elegidos cada dos años. Se realizan votaciones. Estas elecciones suponen tiempos de proselitismo dentro de los mercados. Están obligados a rendir cuentas a los asociados.
- Los vendedores fuera del mercado no pertenecen a ninguna asociación. Ellos compran productos entre las 04:00 y 05:00 y hacen todo lo posible por venderlos antes de las seis. Luego se agrupan en la parte posterior del mercado.

Ventas a los cuatro polos
No todo producto que llega al Abasto se queda allí. De hecho, muchos propietarios de ventas en los barrios van al Abasto desde temprano para abastecerse. Esto sucede en especial con el pan, que arriba al mercado a partir de las 5:30, fresco y listo para ser consumido.

“Tengo mi ventita en Urbarí. Los vecinos van desde temprano a comprar el pan, así que me vengo acá para tenerlo todo listo a las seis de la mañana”, afirma Nicolás Moreno. Es por eso que compra más de Bs 40 en pan cada mañana, para luego venderlo al doble del precio. Lo mismo sucede con las verduras, frutas y carnes que se consumen en el mercado.

Según Juan Carlos Rodríguez, presidente de la cooperativa 2 de Junio, incluso muchos vendedores y productores tienen convenios con cadenas de supermercados de la ciudad. “Ellos tienen el derecho a vender a los que quieran. La asociación no se inmiscuye con los clientes, pero estoy enterado que muchos supermercados compran sus frutas y verduras en el Abasto”, indicó.

Cuatro supervisores velan por la higiene de los productos

Mercado. Sus labores no abastecen para mantener limpios los puestos del Abasto. Dos trabajan en la cooperativa 2 de Junio y otros dos en el mercado campesino. De vez en cuando visitan el centro Sur

El problema crítico que enfrenta el mercado Abasto es la higiene. Por mucho que los encargados de las asociaciones y cooperativas describan los métodos de limpieza utilizados, salta a la vista que la basura no desaparece y que el tratamiento de los productos es deficiente. Cuatro supervisores no alcanzan para mantener la limpieza.

“Aquí se ve todo el día basura. Nunca desaparece”, señala el supervisor del mercado 2 de Junio, José Ambrosio Viera. Él es uno de los dos comisarios municipales que trabajan en el mercado. En el campesino también están Franklin Ramírez y Ryder Sánchez, del municipio. “Aquí la gente es reacia a colaborar. No les interesa trabajar en ambientes higiénicos. Es todo una cadena, si tratamos de arreglar cosas, las asociaciones se quejan con otras federaciones, que reclaman con otras centrales, que llevan su molestia a la Alcaldía y al final el favor político no permite que se realicen buenas acciones”, señala Ramírez.

El más perjudicado por esta situación es el consumidor. “Hemos intentado en muchas ocasiones realizar censo de los trabajadores del mercado, pero estas asociaciones son muy cerradas e intocables”, afirma Ramírez. El trabajo de los comisarios no está enfocado exclusivamente a la seguridad. Ellos son los encargados de supervisar la limpieza de los puestos y los productos. En el mercado 2 de Junio, Viera y la otra supervisora, Ángela Mendoza, decomisan cada día productos en mal estado, revisan las balanzas y hacen cumplir la orden de limpieza general del mercado una vez por mes.

La situación para los supervisores es más complicada en el mercado campesino. Allí la desorganización no permite que se puedan establecer reglas claras para la venta. El día de la entrevista, Franklin Ramírez entregó a los carniceros de Asoproca un conjunto de mandiles y otro tanto para vendedores de frutas. Para lograr este objetivo tuvo que negociar y dialogar durante semanas con los representantes de las asociaciones. “Esto es siempre difícil”, dijo. Espera que en los tres meses que le quedan en el Abasto pueda lograr cambios, aunque sabe que esto es difícil si es que se continúa con el método rotatorio. Cada supervisor permanece durante seis meses en un mercado. “Antes éramos más personas y hacíamos turnos para tener presencia las 24 horas. Ahora llegamos a las 07:00 y a las 18:00 todo queda en mano de los comerciantes”, dijo el comisario.

Más detalles
- En el mercado 2 de Junio trabajan seis personas en la limpieza. Ellos también realizan el lavado obligatorio cada fin de mes.
- En el mercado campesino no tienen mangueras para la limpieza. Apenas utilizan escobas.
- Los gendarmes son los que realizan la limpieza en el mercado campesino, junto a un grupo conformado por las asociaciones. En este centro de abastecimiento se realizan limpiezas generales cada seis meses.
- El garaje privado es el sector más complicado. Al ser privado, no hay guardias municipales que lo supervisen. Los camiones llegan a trabajar sin medidas de higiene.

miércoles, 6 de junio de 2007

«Bolivia puede enseñar al mundo la nueva vía»


Antonio Araníbar Arze
Investigador del Informe de Desarrollo Humano del PNUD

Este economista considera que la respuesta no es concebir un Estado fuerte. Por el contrario, el nuevo Estado boliviano debería fortalecer las instituciones de la sociedad. Habla de los resultados del informe del PNUD, presentados hace tres semanas


José Andrés Sánchez

- Cite tres definiciones para describir el estado actual de Estado boliviano
- Éste es un Estado débil frente a una sociedad fuerte. Ése es el primer rasgo característico de la construcción estatal en Bolivia. No es un Estado fallido, ni fuerte, ni homogéneo. Nosotros preferimos definirlo como un 'Estado con huecos'. Hay lugares donde el Estado no llega y allí es donde nacen y se fortalecen las organizaciones sociales; a tal punto que adquieren cualidades casi estatales, debido a sus usos y costumbres.
En algunas zonas se evidencian prácticas que valen la pena mantener y en otras se dan acciones que promueven particularismos y disputas, en vez de construir espacios comunes. Es un Estado en permanente construcción.

- ¿Cómo explica que a pesar de todas las fallas, el ciudadano boliviano aún tenga esperanza en el Estado?, ¿qué dice eso de los bolivianos?
- Hay distintos imaginarios sobre el Estado y uno de ellos responde a esa pregunta. Los bolivianos se refieren generalmente a tres niveles estatales. El primero es el imaginario del 'Estado padre', que es una aproximación normativa del estado ideal, del 'deber ser'. Ahí lo vemos como un padre al que hay que reclamarle ciertas cosas, pero a la vez es un padre lejano y ausente. Pero siempre volvemos a él.
Otra forma de verlo es el 'Estado como gobierno'. Los bolivianos hemos asociado este nivel de Estado como un gobierno capturado por minorías que no representan a toda la ciudadanía. En este nivel somos muy críticos con las instituciones y autoridades.
El último imaginario es el del 'Estado cotidiano'. Lo vivimos cuando nos acercamos a realizar un trámite, a sacar nuestro carné de identidad o a gestionar nuestra personería jurídica. Los bolivianos tenemos la idea del Estado difícil, engorroso y discriminador.

- Otra parte de los bolivianos no acepta cambios y no los quiere, ¿por qué tanta desconfianza al cambio?
- Los datos que tenemos muestran de forma consistente que todos los bolivianos piden un cambio profundo. Ahora, hay nociones distintas de lo que significa el cambio. En Santa Cruz y el resto del oriente boliviano el cambio está asociado a las reivindicaciones de las autonomías departamentales. El 60% de los bolivianos apoya un cambio con concertación y estabilidad política. Hay otros grupos que apoyan cambios aún cuando produzcan conflictos, ése es el 30% de la población.

- Se ve desde algunos sectores que el problema es sólo económico y no tan profundo como proponen los seguidores oficialistas, ¿es posible que así sea?
- El informe plantea al menos cuatro grandes retos y el primero de ellos tiene que ver con la economía y con la necesidad de construir una economía de base ancha. No necesitamos una que dependa en 80% del gas y sus exportaciones. Ahí la agroindustria cruceña y los microempresarios alteños son los grandes actores.
Otros desafíos van por el camino del fortalecimiento de la democracia. Esto se logrará con instituciones más participativas y con mayor control social. Debemos ver cómo esta democracia combinará la gobernabilidad vertical con la horizontal, es decir la relación entre el gobierno nacional y los gobiernos departamentales autónomos. En esencia, el reto es combinar interculturalidad con autonomías.

- Se dice en las charlas informales que Bolivia está en la mirada del mundo, que 'estamos de moda', ¿es cierto o se trata de otro producto de la imaginación nacional?
- Algo de cierto hay pero no totalmente. Esa percepción a la vez tapa una parte de la realidad. Ésa es precisamente la definición de un imaginario. Tenemos datos presentados en el informe que muestran la regularidad en la que Bolivia aparecía en las noticias de seis países: España, Estados Unidos, Brasil, Argentina, Chile y Perú. Los resultados muestran que a nuestros vecinos les importa el proceso político boliviano y sobre todo lo que haremos con nuestro gas. En promedio, lo que encontramos durante diciembre de 2005 y los primeros meses de 2006 fue que se publica una noticia y media por día en los diarios de Chile y Argentina. Una noticia en los periódicos brasileños y peruanos y media noticia en España y Estados Unidos.

- ¿Qué parte oscurece este imaginario?
- Que no estamos en el centro del mundo. Bolivia representa el 0,8% del Producto Interno Bruto latinoamericano y el 2% de la población del continente. Por lo tanto, nuestro rol se circunscribe a lo que tenemos. ¿Qué tenemos de interesante? Uno es el gas y dos la posibilidad de mostrarle al mundo que el proceso político boliviano es complejo y que desde acá se está forjando una nueva vía.

- Entonces, somos una nación bastante creativa…
- Es notable el proceso de cambio y nosotros hemos apelado a la definición del 'sentido común' en los bolivianos. En momentos de tremenda polarización de repente emergen otras salidas y Bolivia va forjando su camino. Es un momento de especial creatividad y tendremos que serlo para combinar autonomías departamentales con autonomías indígenas. Seguramente tendremos mucho que enseñar al mundo en el tema de autonomías.

- Más allá de la teoría, ¿es posible la plurinación?
- Estos debates en torno a las nacionalidades y culturas, en lugar de alentar posiciones separatistas, hacen crecer un sentimiento de nacionalidad y pertenencia. Por ejemplo, mientras más camba me reivindico, más boliviano me siento. Mientras más indígena me proclamo, más boliviano me siento. Mas allá de nuestra diversidad, todos los bolivianos coincidimos que, ante la ausencia de normas claras, todos somos uno.

- ¿Es posible llegar a enfrentamientos entre sectores de la población?
- Lo sucedido en Huanuni, Cochabamba y el Chaco refleja las tremendas tensiones de la sociedad. Estas tensiones se producen por la magnitud del cambio que se está viviendo en el país. No creemos que haya posibilidades de un enfrentamiento a gran escala entre bolivianos. Hemos vivido momentos como diciembre de 2005 en los que la gente salía a las calles a exigir y protestar. Es probable que vivamos esas cosas de nuevo. Que la gente haga política en las calles. Pero es el sistema político el responsable de articular la concertación y encausar soluciones novedosas y democráticas. Ésa es siempre la vía boliviana.

- De la manera en que funciona el Estado actualmente, ¿cómo define el papel del ciudadano en Bolivia?
- En Bolivia es notable que apreciemos cada vez más a la Constitución como ámbito de derecho y a la democracia como el mejor régimen político para ejercer esos derechos. Hay una noción amplia de la democracia y nos consideramos ciudadanos. La valoración es clara e igual en Oriente y Occidente. Decimos que hemos avanzado mucho en derechos políticos pero queda mucho por hacer en derechos económicos y sociales. Por eso no llama la atención que la Comisión de Derechos, Deberes y Garantías sea la que más propuestas recibió en la Asamblea Constituyente. Esos son los temas centrales que el boliviano espera que se toquen con mayor énfasis en Chuquisaca.

- ¿Qué imaginarios unen a los bolivianos?
- Hay cinco temas en los que los bolivianos estamos de acuerdo. Tenemos respuestas por encima de los dos tercios y más del 80% en cada uno de ellos. Todos queremos cambio profundo. Cuando dudamos que las autoridades sean capaces de implementar políticas públicas y vemos que se dan conflictos políticos, los bolivianos nos ponemos pesimistas. Pero si se combina cambio con estabilidad, confiamos en la democracia. Segundo: la recuperación de los recursos naturales y su industrialización es vital. Valoramos la diversidad del país, pero somos bolivianos iguales. Acá hay una nación en construcción y una sociedad heterogénea y compleja. Pero a la vez hay un tejido unificador que los discursos políticos no toman en cuenta. Además, apoyamos la democracia, aunque hay insatisfacción y se demandan nuevas formas de participación. Por último, hay consenso en que la Asamblea Constituyente es el espacio central para el cambio.

- ¿Cuáles imaginarios nos separan?
- El imaginario en torno a las autonomías es polarizante. Por eso el resultado del referéndum mostró división de opiniones en el país; con conceptos muy positivos en el oriente y sur del territorio y con conceptos muy negativos en occidente. En oriente y sur es un imaginario de desarrollo, administración de recursos, elección de autoridades e instituciones cercanas. Para el occidente la autonomía es conflicto. Significa que la administración de recursos por departamento traerá inequidad e incluso dentro de los departamentos los más ricos las ganancias se las repartirán los ricos. Están viendo en riesgo la unidad nacional. Lo importante es que cualquier diseño debe ser percibido como unitario y solidario. Eso podría unir a todos los bolivianos.

- ¿Es simplemente una cuestión sentido común?
- Acá hay un sentido común que está dentro de la sociedad boliviana y que se debe reflejar en el debate político. Si los actores políticos siembran el camino de coincidencias en vez de atizar los imaginarios polarizantes, podremos combinar las propuestas autonómicas de oriente y occidente, las departamentales con las indígenas. Ciertamente habrá una salida y seremos un caso de estudio a todo nivel, si lo logramos. Si conseguimos las autonomías acertadas, esta vez los españoles vendrán a estudiarnos.

- Tres palabras para describir el estado ideal del Estado.
- Debe ser un Estado fuerte. Con eso no nos referimos a un Estado que llene 'los huecos'. No queremos un Estado que suplante la organización de la población, sino un Estado que fortalezca a la sociedad. Con autoridades elegidas que interactúen con una sociedad muy fuerte. El Estado ideal debe construir un espacio público común. Así este país no será más desigual y su unidad nacional no correrá más riesgos.

El IDH en libro, en la tv y el cine
Licenciado en economía por la Universidad de Paris IX (Francia) y candidato a doctor en Modelización Económica Aplicada por la Universidad Autónoma de Madrid (España).

Sus especialidades son los estudios de economía de la desigualdad, pobreza, desarrollo regional y local, coyuntura político-económica y Escenarios prospectivos.

Junto a los investigadores Fernanda Wanderley, Verónica Paz y José Luis Exeni, elaboró el Informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2007, titulado ‘El estado del Estado en Bolivia’.

Los trabajos de investigación se iniciaron en octubre de 2005 y contaron con el apoyo de sociólogos, historiadores, cientistas políticos y otros estudiosos de la sociedad boliviana. El trabajo presentado hace tres semanas por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo viene acompañado de un programa de televisión dirigido por Juan Carlos Valdivia y un documental dirigido por el cineasta Marcos Loayza. Dentro de un mes presentarán los resultados de las encuestas.